La pregunta que se hacen los transeúntes es por qué no se ha atendido de igual forma esta vía alterna, que fue inaugurada en el año 2012 durante el gobierno de César Pérez Vivas y recuperada por última vez en 2016 bajo la gestión de José Gregorio Vielma Mora
La trocha que conecta a Barrancas con Táriba, en el municipio Cárdenas, se encuentra parcialmente socavada por la acción del río Torbes, reduciendo el paso vehicular a un solo canal y generando condiciones de alto riesgo para quienes transitan por esta vía alterna de dos kilómetros de extensión.
La falla de borde se ubica al inicio del recorrido, en sentido Barrancas–Táriba, donde el canal izquierdo ha desaparecido casi por completo, dejando un solo espacio transitable.
La situación preocupa aún más de cara al inicio de la temporada de lluvias, ya que un eventual aumento en el caudal del río podría terminar de arrastrar la vía.
Monte, basura y abandono

Además del deterioro vial, la trocha está cubierta por monte alto en buena parte de su recorrido, incluso en las zonas adyacentes al parque ubicado debajo del puente Libertador, que luce completamente descuidado.
A esto se suma la acumulación de basura, que genera olores nauseabundos y atrae zamuros.
La combinación de riesgos físicos, sanitarios y ambientales deja en evidencia la falta de mantenimiento y supervisión en esta conexión clave entre los municipios Cárdenas y San Cristóbal.
Carlos Villasmil, transeúnte frecuente de la zona, expresó que utiliza la trocha porque le permite ahorrar tiempo y gasolina en comparación con la vía principal. Sin embargo, reconoce que la situación es insostenible: “Esto tiene muchísimo tiempo así. Desde la última vaguada, que duró casi un mes, repararon allá donde el río se llevó la autopista, pero aquí no hicieron nada. El estado es crítico”.
Desde la trocha es posible ver los trabajos de reparación realizados en la avenida Antonio José de Sucre, donde también ocurrió una falla de borde producto de la acción del río Torbes.
La pregunta que se hacen los transeúntes es por qué no se ha atendido de igual forma esta vía alterna, que fue inaugurada en el año 2012 durante el gobierno de César Pérez Vivas y recuperada por última vez en 2016 bajo la gestión de José Gregorio Vielma Mora.
Una vía cada vez más difícil de transitar
En los tramos donde la vía no presenta socavamiento, hay partes donde el estado del asfalto es deficiente, con múltiples huecos y desniveles.
La falta de señalización, iluminación y control de vegetación convierte este paso en una ruta peligrosa, aunque sigue siendo muy utilizada por quienes buscan rutas más cortas o económicas para cruzar entre ambos municipios. (Haromi Contreras/Pasante UBA)