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Vuelta de la Juventud, el motor que impulsa las futuras estrellas del pedal

16 de junio de 2025

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La crema y nata del ciclismo de dos naciones hermanas han escrito con letras doradas la historia de la Vuelta de la Juventud

En la vibrante San Juan de Colón, en la zona norte del estado Táchira, no sólo se disputa una carrera ciclista; se forja la historia de las futuras leyendas. La Vuelta de la Juventud es, desde hace más de medio siglo, el auténtico semillero donde la pasión y el talento del ciclismo venezolano germinan, para luego proyectarse hacia los escenarios más exigentes del deporte mundial, incluyendo las cimas del Giro de Italia y el mítico Tour de Francia entre otras competencias internacionales del viejo continente y América como por ejemplo en la Vuelta al Táchira en Bicicleta.

Desde aquel lejano 1970, con Manuel Quintero inaugurando el palmarés, hasta la reciente victoria de Diego Méndez en 2024, la lista de campeones es un relato fascinante de esfuerzo y sueños cumplidos. Esta competencia se ha convertido en el primer gran peldaño para ciclistas que, con el tiempo, alcanzarían la élite internacional.

El historial de la Vuelta de la Juventud es predominantemente venezolano, reflejo de una rica cultura ciclística y un sólido trabajo de base. Sin embargo, la presencia de talentos colombianos ha añadido un toque de competitividad y hermandad entre ambas naciones. Su participación elevó el nivel de la carrera, y ofreció a los jóvenes talentos locales una valiosa oportunidad de medirse con promesas de países vecinos. Hicieron parte del selecto grupo de campeones neogranadinos el reconocido pedalista Rigoberto Urán (2005), Javier Gómez (2009), Aldemar Reyes (2013) y Julián Cardona (2015), entre otros, cuyo paso por el evento juvenil fue un claro presagio de sus exitosas carreras profesionales.

Entre los multicampeones, encontramos a Luis Barroso con tres victorias consecutivas en 1984, 1985 y 1986, una gesta que pocos han igualado. Luis Mora también dejó su huella con dos triunfos (2011, 2012), y más recientemente, Arlex Méndez se unió a este selecto grupo con victorias en 2022 y 2023. Cada nombre en esta lista es una pieza fundamental en la construcción de esta rica y apasionante historia.

El giro joven de Venezuela,

nutre el ciclismo nacional

La verdadera esencia de la Vuelta de la Juventud radica en su innegable capacidad para catapultar a sus corredores al firmamento del ciclismo profesional. Varios de los que allí han estado y que levantaron los brazos en estas tierras tachirenses, o simplemente dejaron su huella, años después desafiaron las montañas y exigentes etapas de las grandes vueltas europeas y americans, dejando un legado imborrable:

Omar Pumar, campeón en 1990, fue uno de esos pioneros que llevó el tricolor venezolano al Giro de Italia (1995, 1997) y al mismísimo Tour de Francia (1996, 1997), completando exitosamente estas pruebas que exigen el máximo del ser humano. Luego, en 1999, José Rujano, el icónico «Cóndor de Mérida», conquistó la Vuelta de la Juventud para luego convertirse en una leyenda del Giro de Italia, escalando a un histórico tercer puesto en 2005 y deleitando con memorables victorias de etapa. Otro brillante ejemplo es Jackson Rodríguez, campeón de 2002, quien desarrolló una importante carrera profesional en Europa, participando también en múltiples ediciones del Giro de Italia y otras grandes pruebas europeas, mostrando su garra y versatilidad en el pelotón de élite.

Recientemente, la cantera de Colón sigue dando frutos con talentos como Orluis Aular, ganador en 2014. Este ciclista completo, con un futuro prometedor en el World Tour, ya dejó su marca en la Vuelta a España y, lo más notable, tuvo una destacada participación en el Giro de Italia 2025, consolidándose, por ahora, como una de las máximas referencias venezolanas en el ciclismo global. Y si bien no figuran como ganadores de la Vuelta de la Juventud, es imposible ignorar la presencia de figuras internacionales de la talla de Nairo Quintana quien perdiera la justa juvenil en el 2008 ante el batallador de San Antonio del Táchira Jorge Abreu o Sergio Luis Henao, compañero de equipo del carismático «toro de Urrao» quienes también disputaron esta carrera en sus años mozos. El paso de estos pedalistas por la carrera juvenil, es un testimonio del nivel de competencia y del ojo clínico que tiene este evento para detectar futuros talentos que luego brillarían en el mundo del pedal, consolidándose como referentes del ciclismo en el planeta.

La Vuelta de la Juventud no es nada más una carrera; es una leyenda viva que se sigue escribiendo, un punto de partida donde los nuevos talentos comienzan a soñar con alcanzar las cumbres más altas del ciclismo mundial, reafirmando año tras año su estatus como un pilar insustituible para el futuro de nuestro deporte.( Carlos Alexis Rivera CNP 10746)