Mientras las autoridades están desplegadas con maquinarias y potencial humano, los vecinos ruegan a Dios para que la fuerza del río Torbes no continúe arrasando con todo. Unos 200 metros de esta carretera, que comunica a los municipios Córdoba, Torbes, Junín y San Cristóbal, desaparecieron. El nuevo borde del río está a menos de tres metros de algunas viviendas. Solo pasan motos apagadas y personas caminando
Bleima Márquez
Los vecinos de las comunidades de El Corozo y sector Campo Alegre, al sur del municipio San Cristóbal, se encuentran en alerta máxima tras las emergencias registradas el pasado fin de semana, por el aumento del caudal y desbordamiento del cauce del río Torbes. La fuerza del agua provocó el colapso de este importante trayecto de la vía principal que conecta varios municipios y sirve como paso para el transporte pesado binacional.
La situación ha generado preocupación entre los habitantes de la zona, quienes, a pesar del despliegue de las autoridades gubernamentales y maquinaria pesada para atender la contingencia, claman por una solución duradera que evite desastres futuros.
Hay miedo en los vecinos porque temen que las lluvias persistentes terminen de arrasar la carretera e inclusos sus hogares. La comunidad se siente vulnerable.
La noche del viernes
Contaron los vecinos que el viernes pasado, alrededor de las 10 de la noche, el río Torbes comenzó a crecer, alcanzando su punto álgido en la madrugada del sábado 14.
Los residentes describen con angustia cómo «se estaba llevando todo, toda la vía». Un tramo importante de la carretera, de aproximadamente 200 metros, quedó completamente destruido.
Dionisia Jaime, una de las vecinas afectadas, relató que el miedo se apoderó de ellos «cuando vimos, como a la 1 de la mañana, ya se estaba llevando todo, toda la vía. Era sorprendente ver cómo el río se estaba comiendo la calle», expresó la dama y agregó que hay pánico en su familia por su casa, y es que la vivienda quedó a muy pocos metros de la nueva orilla.
El colapso cortó el acceso y salida de la comunidad, afectando no solo la movilidad de las personas, sino también sus negocios y medios de subsistencia.
“El temor es tremendo. Nosotros no dormimos. Por un lado, quedamos sin vía, ni para sacar nada, ni para salir, y, por otro lado, las casas, mi negocio, que es lo que a uno le da, con lo que uno sobrevive”, apuntó Dionisia y recordó que hace como seis años también el río Torbes afectó la vía, pero no con tanta magnitud.
Datsy Álvarez, cuya casa está justo frente al tramo destruido, narró que vivió una noche de terror. «El agua nos llegó hasta la mitad de la casa», recordó, y agradeció a Dios porque el afluente no llegó más adentro. Al igual que otros vecinos, recalcó que este desastre no solo los golpea a ellos, sino a los dueños de negocios locales como bodegas y panaderías, además de los habitantes de Santa Ana, quienes están prácticamente incomunicados.
De acuerdo con los residentes del lugar hay aproximadamente nueve familias directamente afectadas, en riesgo, por la cercanía al borde del río. Entre el puente que está cerca del comando de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), punto más crítico de la carretera que comunica a Santa Ana, justo en el sector de Campo Alegre conocido como Aguas Calientes, donde está las aguas termales, también hay viviendas en riesgo.
De acuerdo con una vecina que prefirió omitir el nombre, hay ocho casas afectadas por el socavamiento del río. Ya una familia desalojó su inmueble porque estaba inhabitable.
La cocina del comando de la GNB, conocido como La Alcabala, también resultó afectada por las aguas del río Torbes, sede que también está al borde de este imponente afluente hídrico. Personal militar se encontraba limpiando el lodo que aún está en la vía.
Muchas personas de distintos municipios de la región están a la expectativa de qué pueda suceder con esta carretera, ubicada entre en las troncales 5 y 7, específicamente la vía identificada como Ramal 16, que conduce a Santa Ana, municipio Córdoba. La interrupción de esta vía es particularmente crítica para el paso de gandolas y vehículos de carga binacionales, así como para las familias que la utilizan para sus desplazamientos diarios.
Despliegue de autoridades
Ante la magnitud del daño, el Gobierno nacional y regional han movilizado un importante contingente.
El presidente del Concejo Municipal de Córdoba, Richard Maldonado, informó que diversas autoridades, incluyendo la GNB, Policía Nacional Bolivariana (PNB), Policía Estadal, Policía Municipal, Bomberos Bolivarianos y el Consejo Municipal de Seguridad Ciudadana, están presentes en la zona.
La labor incluye coordinar el transbordo de pasajeros en ambos lados del tramo afectado, para permitir a las personas cruzar a pie y continuar su viaje. También se activó un equipo de mototaxi para facilitar la movilización. Las motos deben pasar apagadas.
Si bien el tramo impactado se ubica en San Cristóbal, su colapso tiene repercusiones directas en municipios como Córdoba, Torbes y Junín, además es de vital importancia para el eje vial regional y binacional porque por esa arteria vial pasan gandolas que vienen desde la frontera.
El presidente del Concejo Municipal de Córdoba, así como la mayoría de los vecinos destacaron que el gobernador Freddy Bernal, autoridades municipales, ingenieros y altos mandos militares han visitado el área para evaluar la situación. El abordaje es integral.
Aunque las autoridades han manifestado su compromiso con las comunidades afectadas, los vecinos como Datsy Álvarez instan a que las obras sean de calidad y duraderas: «Esto se necesita, de verdad, hacerle un buen muro, de verdad, para que sea un trabajo que perdure».