Freddy Omar Durán
El desvío de la quebrada La Zorquera, a causa del derrumbe de una cárcava colindante, nuevamente puso a Zorca- San Joaquín en alerta.
Desde la terrible vaguada de 2020, el sector ha venido padeciendo los estragos de la naturaleza, siendo las emergencias más significativas las de 2020, 2021 y 2023.
Este domingo, al menos 10 viviendas se han visto afectadas cuando alrededor de las diez de la noche del sábado, un pedazo importante de cerro se precipitó, formando una represa que los habitantes de la zona esperan su liberación o de lo contrario, las consecuencias serán preocupantes.
El legendario árbol puyón que inclusive fue respetado al momento de lanzar una de las vías de acceso al sector y pudo soportar los otros embates de naturaleza, esta vez perdió la batalla, llevándose en su caída el cableado eléctrico. Esto trajo como problema adicional el corte del fluido eléctrico en parte de Zorca-San Joaquín.
Las aguas y el terreno sedimentado volvieron a bloquear uno de los accesos a Zorca San Joaquín, quedando solo disponible el que da hacia Zorca Buenos Aires cuyo estado lamentable y su vecindad con dos quebradas hacen temer su colapso, lo que significaría un aislamiento de la población.
Proteccion Civil, desde la madrugada del domingo, desplegó efectivos en el área damnificada; no obstante los pobladores urgen maquinaria, pues hay que evitar a toda costa la elevación del cauce, acrecentándose más la emergencia con más viviendas afectadas.
Peligro arriba del cerro
A lo alto de la cárcava se ve otra perspectiva del problema, en lo que se conoce El Ojito en Belandria parte baja.
Allá el propietario de una estancia ya venía percibiendo días atrás, las primeras grietas, pero alrededor de las 9:30 de la noche del sábado, presenció el derrumbe de al menos 100 metros cuadrados de lote, y se vio obligado a romper la cerca perimetral evitando arrastrar más cerro.
Entre resignado y triste, sabía que no había tiempo de llorar. Una tarea, recuperar la malla que no se resignaba a perder, y con la ayuda de obreros y vecinos la pudo elevar a buen resguardo. Inspeccionaba otros lugares para construir otra vivienda, un poco más lejos, pues si bien la suya aún no se había derrumbado, es muy poca la distancia que la separa del barranco.
Pero más que sentirse preocupado por sus predios, lo intranquiliza las consecuencias que otro deslizamiento de tierra termine en San Joaquín: la temporada de lluvias apenas comienza, y este fenómeno natural nada bien se ha portado con la zona.
Desastres entre la leyenda
Una señora con una cantidad de nobles años encima recuerda que su mamá aseguraba que para 1943 sobre la quebrada en San Joaquín se formó una maraña de leños tan grande que sirvió de embarcación para algunos pobladores y con la misma arribaron a Zorca San Isidro un kilómetro más abajo.
Lo cierto es que lo que ha venido ocurriendo desde 2020 en Zorca San Joaquín sí ha sido un recuerdo vivo, con destrucción de varias viviendas y muchos bienes materiales, inserto en un temor colectivo, por lo que los habitantes de la localidad, siguen más alerta de lo que la naturaleza les pueda deparar.
También refirió la leyenda que más al norte se produjo un derrumbe similar, y que salió a relucir una mina de “polvo blanco” (¿fosfato?) y por tal motivo fue intención del gobierno de Pérez Jiménez el desalojo de la zona; pero tales planes nunca llegaron a concretarse. Tal derrumbe destruyó una torre eléctrica, y que obligó colocar otra en Belandria, en un lugar muy cerca del barranco, que aún no da señas de estabilización.