En medio de una lluvia repentina, la comunidad de Pedro R. Páez, en San Antonio del Táchira, clamó agua por tubería. Aseguran tener más del mes sin el vital servicio.
Mariela Martínez, vecina, instó a las autoridades locales a buscar una solución, pues los residentes no tienen cómo sacar de su bolsillo, 80 mil o 60 mil pesos, para pagar el servicio de un carro cisterna.
«Estamos pidiendo agua y Dios se acordó de nosotros. Nos está enviando agua del cielo», manifestó, al tiempo que rebobinaba que, meses atrás, cuando el servicio se regularizó, estaban recibiendo cada 15 días el agua y lograban llenar los tanques.
Los vecinos no entienden el porqué de tanto retraso. Piden a las autoridades que haya un pronunciamiento para que expliquen a qué se debe la prolongada espera.
«Nadie dice nada», prosiguió al enfatizar que en el barrio hay muchos niños y adultos mayores. «Ante la falta de empleo, hay gente que no está trabajando y no saben qué hacer para resolver la necesidad del agua. Persiste la necesidad», destacó con la anuencia de los demás vecinos.
Jonathan Maldonado