Las torrenciales precipitaciones que ocurrieron el pasado jueves, particularmente en el municipio Bolívar, en San Antonio del Táchira, causaron el crecimiento de la quebrada Seca, cuyo cauce se desbordó e inundó varias barriadas de esa municipalidad.

Las aguas también afectaron la movilidad de los vehículos, ya que la vía principal que comunica a Peracal  con San Antonio se vio inundada  y  muchos escombros  imposibilitaron el flujo de los automóviles.

Luis Chacón, auxiliar  de Gestión de Riesgos de  Protección Civil del estado Táchira, declaró que las torrenciales lluvias que cayeron  en la zona  fronteriza igualmente ocurrieron en otros municipios de la entidad, pero con mayor afectación en el municipio Bolívar.

“El crecimiento de la quebrada causó anegaciones en barrios aledaños a ese cuerpo de agua. No hubo pérdidas humanas que lamentar, por lo que de manera inmediata se iniciaron los monitoreos correspondientes, en previsión de otros eventos”, dijo.

Paralelo a esta situación, las aguas desbordadas arrastraron rocas y sedimentos que fueron a parar a la vía principal, lo que imposibilitó que los automotores circularan hacia y desde San Antonio a la capital tachirense, situación que se extendió por varias horas.

Inundada la avenida Venezuela

La misma pluviosidad propició que los drenajes de las alcantarillas se obstruyeran con basura y que la avenida Venezuela y calles vecinas se inundaran, impidiendo a los viajeros transitar por ellas, ya que buena parte de está habilitada para peatones.

Por esta anegación, los barrios Miranda, Pinto Salinas y 5 de Julio fueron los más afectados por las torrenciales lluvias, lo que llevó a funcionarios de Protección Civil Táchira y Bolívar a implementar labores de asistencia para mitigar el impacto de la vaguada.

Advirtió igualmente el funcionario que, en materia de pluviosidad, se espera que esta prosiga con mucha intensidad en los municipios Bolívar, Ureña, Andrés Bello y San Cristóbal, por lo que -agregó- se harán monitoreos a los diversos cuerpos de agua y zonas de alto riesgo. 

Pablo Eduardo Rodríguez