LUZ MARTÍNEZ, la siempre recordada locutora, dueña de una envidiable voz de terciopelo, que dejó una dulce historia en la radio tachirense como conductora en programas de la antigua Radio Visión 860, Radio Táchira, Imaginación 96.1FM y dirigiera la Emisora Cultural, felizmente, y con la gracia de Dios, acaba de superar una delicadísima intervención quirúrgica que muy pronto la volverá a poner en el radar comunicacional en la región… ELLA, ESPOSA de ese gran hombre de la radio tachirense, José Alberto Rivas, lograron para felicidad de ambos volver a la tranquilidad hogareña, aunque siguiendo los problemas de salud de su segundo hijo, quien necesita igualmente la solidaridad de todos para aliviar sus males… A TRAVÉS de estas líneas, lamentamos profundamente la partida al infinito de nuestro excelente amigo el ingeniero Carlos Acevedo, fundador y propietario de la empresa Kas Electro Industrial de Paramillo, dedicado a la construcción de soldadores eléctricos por decenas de años, quien fuera llamado a la diestra del Señor, dejando una estela de admiración por su don de gentes y su dedicación al desarrollo de la pequeña industria en el Táchira… TAMBIÉN registramos el vuelo sideral de nuestra excelente amiga Mirza Cortés, gerente de Laboratorios Biloba, cuyo deceso inesperado tuvo lugar en esta ciudad… OTRO GRAN personaje del estado cuya trayectoria será imborrable por su dedicación al ejercicio de la medicina, fue el doctor Ismael Marquina, médico ginecólogo y obstetra quien por más de medio siglo sirvió a sus miles de pacientes, primero desde el Hospital del  Seguro Social y luego en la Policlínica Táchira. Y finalmente nuestro sentido pesar a los familiares y amigos de Mariela Ramírez, fundadora y directora de la agrupación Adolescentes del Vallenato, y del animador William Rodríguez, conductor del show Los Años Dorados, de las ferias de los diferentes municipios del estado, y locutor de varias emisoras de la región… QUE DIOS los tenga en su gloria, y solidaridad con el dolor de sus amigos y familiares… LAMENTABLEMENTE desde la pandemia sufrida por el coronavirus, flagelo que enlutó al mundo, los obituarios se conocen por la información directa, pues son escasas la funerarias que publican los decesos registrados cada día, los mismos que tienen que ser informados por los más cercanos allegados a los difuntos. Hay más confianza en lo que circula por medio del celular, que por la radio o periódicos del país.

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Y ESTO, es todo por hoy.

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MENTIRAS universales:

“Tengo una salud de hierro”.

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DIOS los bendiga, ¿Saben?

VICTOR MATOS