Opinión
Magna 1.215 como legado vivo y plataforma de innovación en Derecho Procesal Penal de la ULA
29 de julio de 2025
María Ninoska García de Morales *
La Universidad de Los Andes (ULA), faro de la educación superior en Venezuela, es el alma de un compromiso que, a pesar de los años y las distancias, me impulsa a concretar la activación de la Revista Académica «Magna 1.215». Este proyecto editorial, concebido y gestado con la visión y el impulso de notables académicos, entre ellos el Dr. Jorge Villamizar Guerrero, a quien hoy honramos, representa mucho más que una simple publicación. Es el testimonio palpable de una búsqueda incesante por la justicia, la defensa de los derechos humanos y la promoción del pensamiento crítico en el ámbito del Derecho Procesal Penal. «Magna 1.215» fue, en su esencia, un proyecto ambicioso que, si bien nunca llegó a materializarse plenamente en su momento, sí dejó una huella conceptual profunda, incluso siendo temática de una tesis de grado en la Maestría de Derecho Procesal Penal de la ULA.
La justificación original de «Magna 1.215» resuena con una vigencia innegable en el contexto actual. En un mundo donde la dignidad humana y el acceso a la justicia son derechos constantemente amenazados, la revista se erigía como una plataforma crucial para el análisis y el debate. Su concepción partía de la premisa de que el derecho a la vida, en su concepción biológica, psíquica, social y ética, es el bien jurídico jerárquicamente más importante que protege todo ordenamiento legal. Esta visión, en consonancia con instrumentos internacionales como la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) (1977), subraya la obligación de la República Bolivariana de Venezuela de defender sin distinción alguna a la persona en su dignidad humana, fortaleciendo un proceso humanista, solidario y multidimensional.
La revista no solo se proponía publicar de forma efectiva, eficaz y sustentable la alta producción intelectual en materia de Derecho Procesal Penal de la ULA, sino también ofertar un espacio académico que permitiera difundir de manera veraz, oportuna y científica toda información y conocimiento generado por parte de cualquier investigador nacional o extranjero en los diferentes ámbitos temáticos afines. Esta apertura a diversas voces y perspectivas es un elemento crítico que debe preservarse y potenciarse en su activación. La aspiración de ser un órgano permanente de divulgación y promoción en el área del Derecho Procesal Penal, caracterizándose por un alto nivel académico y con distinción nacional e internacional, sigue siendo un objetivo loable y necesario. En la actualidad, con la proliferación de la información, la calidad y el rigor científico son atributos que distinguen a las publicaciones académicas verdaderamente relevantes.
Desde una perspectiva analítica y crítica, el hecho de que «Magna 1.215» no haya logrado consolidarse plenamente en su momento inicial no debe interpretarse como un fracaso, sino como un desafío y una oportunidad. Las razones detrás de su no concreción podrían haber sido diversas, desde limitaciones presupuestarias hasta la complejidad inherente a la gestión de proyectos editoriales de esta envergadura. Sin embargo, la perseverancia y la visión de sus impulsores, como el Dr. Villamizar, deben servir de inspiración para superar estos obstáculos. La activación de la revista, en su memoria, no es solo un acto de homenaje, sino también un compromiso con la visión que él y sus colegas compartían: la de una academia activa, comprometida con la sociedad y con la producción de conocimiento relevante.
La revista, en su propuesta original, contemplaba la publicación de artículos de investigación científica, reflexión y revisión. Esta diversidad de formatos es fundamental para capturar la riqueza y complejidad del Derecho Procesal Penal. La exigencia de rigor metodológico, la adhesión al sistema de la American Psychological Association (APA) para citas y referencias, y la política de arbitraje son elementos que garantizan la calidad y el impacto de las publicaciones.
En un momento en que la información fluye con velocidad, pero no siempre con la profundidad necesaria, una revista como «Magna 1.215» podría ofrecer un contrapunto esencial. Sería un espacio para el análisis pausado, la argumentación sólida y la reflexión profunda sobre los desafíos que enfrenta el sistema de justicia penal. Promover la cooperación académica entre instituciones universitarias, organizaciones comunitarias y sociedad civil, estimular la difusión, conocimiento y debate acerca de las metodologías e instrumentos de análisis, y motivar la publicación del resultado intelectual y científico de las investigaciones son objetivos que, lejos de ser meras aspiraciones, constituyen pilares para el avance del conocimiento y la formación de futuras generaciones de juristas.
La activación de «Magna 1.215» es, en esencia, un acto de fe en el poder transformador del conocimiento. Es un recordatorio de que la academia no puede limitarse a la mera transmisión de saberes, sino que debe ser un motor de cambio, un catalizador para la mejora de la sociedad. Honrar la memoria del Dr. Villamizar significa, en última instancia, llevar adelante su visión y asegurar que el faro jurídico que él imaginó ilumine con su luz el camino hacia una justicia más justa y humana.
Por un Derecho vivo, crítico y humanista: ese es el verdadero horizonte de «Magna 1.215».
Doctora. en Innovaciones Educativas (UNEFA). M.Sc. en Derecho Procesal Penal (ULA). Especialista en Docencia en Educación Superior (UCV) y Derechos Humanos (Unilibre-Colombia). Abogado (ULA). Exdirectora de Relaciones Institucionales de la Asociación Olímpica de Derecho Deportivo de Venezuela (AODDV). [email protected] . WhatsApp +58 426 3764194.