El ministro respondió así a la acción interpuesta por el Gobierno del estado de Roraima en la Corte Suprema en la que solicitó el cierre temporal de la frontera con la nación petrolera debido a un desbordamiento de sus servicios públicos provocado por el éxodo venezolano.

“No veo motivos para tomar una medida tan radical”, afirmó Jungmann y agregó que el cierre de fronteras es un atribución que le corresponde al presidente de la República y no al Tribunal Supremo.

Las autoridades brasileñas calculan que cerca de 50.000 venezolanos se han establecido en los últimos meses en Boa Vista, capital de Roraima, lo que supone más del 10 % de la población total de esa ciudad, estimada en unos 320.000 habitantes.