Salud
Día Mundial del Alzheimer: hábitos que pueden reducir casos del síndrome
21 de septiembre de 2017
La demencia es un síndrome caracterizado por un deterioro cognitivo progresivo que afecta funciones cerebrales superiores tales como la memoria, el lenguaje, la percepción, la atención, el pensamiento y la conducta, alterando la capacidad de la persona para desenvolverse en forma independiente en sus actividades habituales.
Se calcula que cada 3 segundos una nueva persona es diagnosticada con demencia, y si bien existen muchos tipos, la enfermedad de Alzheimer es la más frecuente (constituye alrededor del 70% de los casos). Se trata de una enfermedad edad-dependiente, cuya frecuencia aumenta significativamente a partir de los 65 años, según trabajo del diario La Nación de Argentina.
Desde 1994, el 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer y desde 2012 se conmemora todo septiembre como el Mes Mundial del Alzheimer a fin de profundizar en la concientización y ampliar las actividades relacionadas a brindar información para el reconocimiento de la demencia y la lucha contra el estigma que la misma conlleva.
Este año, el foco de la campaña mundial está puesto en el concepto de que «Un diagnóstico precoz significa que se puede vivir mejor por más tiempo»; con énfasis en la detección de síntomas tempranos, promoviendo la oportuna consulta y eventual diagnóstico y tratamiento adecuados, dijo María Alejandra Amengual, Médica Neuróloga, Sanatorio Los Arcos.
Los 7 factores de riesgo son: sedentarismo, tabaquismo, hipertensión, obesidad en la adultez, diabetes, depresión y baja educación formal. En todos los casos, se trata de factores modificables, por lo que mediante diferentes iniciativas se podría disminuir el riesgo de Alzheimer.
Cambio de hábitos
Según Julián Bustin, jefe de la Clínica de Memoria en INECO -Argentina-, a través de la adopción de ciertos hábitos como el ejercicio físico, la estimulación cognitiva, una dieta saludable, sueño adecuado, disminución del estrés y el mantenimiento de la actividad social se puede lograr un escudo protector para el cerebro.
Actividad física: Se recomienda el ejercicio aeróbico a través de caminatas de 30 minutos todos los días.
Estimulación cognitiva: Aprender algo nuevo (idioma, dibujo, pintura, mecánica, música, etc.), y buscar otros nuevos desafíos cognitivos son formas de ir desarrollando la propia reserva cognitiva.
Sueño: Trate de dormir entre 7-8 horas por día.
Disminuir el estrés: El estrés crónico posee un efecto negativo sobre áreas del cerebro particularmente involucradas con la memoria, como por ejemplo el hipocampo.
Actividad social: Involucrarse socialmente al mantener una red de amigos, participar en asociaciones y clubes, intervenir en actividades de la comunidad, participar en grupos de teatro, lectura, música, cine, etc., ayuda a mantener las habilidades cognitivas y enlentece el declinamiento cognitivo.
Alimentación: Una dieta variada, rica en frutas, verduras, cereales, granos integrales, pescado, carnes magras, y una ingesta considerable de agua u otros líquidos, protegen al cerebro, mientras que, por lo contrario, una dieta rica en grasas saturadas, grasas trans y colesterol, se asocia a un aumento del riesgo de presentar deterioro cognitivo y demencia.
«Hoy se sabe que las personas tienen un mejor rendimiento cognitivo durante la vida en relación a los buenos hábitos alimenticios que tengan. Una de las dietas más recomendadas es la mediterránea que hasta el momento ha evidenciado los mejores beneficios. Existen evidencias que las dietas no saludables se relacionan con una reducción del volumen del cerebro y con un menor rendimiento cognitivo», dijo Verónica Somale, médica neuróloga y coordinadora del Área de Neurociencias Cognitivas de INEBA.
10 señales que pueden anunciar Alzheimer u otras demencias
Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas en uno mismo o en familiares es importante realizar una consulta a un profesional para intentar obtener un diagnóstico lo más precoz posible y avanzar con el tratamiento adecuado:
- Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana.
- Dificultad para planificar o resolver problemas.
- Inconvenientes para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre.
- Desorientación de tiempo o lugar.
5. Dificultad para comprender imágenes visuales y como los objetos se relacionan uno con el otro en el ambiente (esto puede dificultar el manejo vehicular).
6. Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o al escribir.
7. Colocación de objetos fuera de lugar y la falta de habilidad para poder pensar paso por paso lo hecho con anterioridad para lograr encontrarlo.
8. Disminución o falta de buen juicio.
9. Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales.
10. Cambios en el humor o la personalidad.