Frontera
Vientos causan daños en estructuras de la frontera

Las paredes y techo de zinc de una vivienda volaron hacia otras casas

Jonathan Maldonado

Una gran parte de la casa de la familia Ruiz Pineda estaba levantada con paredes y techos de zinc, que fueron derribados este martes 29 de julio, en horas de la tarde, por los fuertes vientos registrados en la frontera.

Eran cerca de las seis de la tarde, cuando las ventiscas hicieron tambalear la casa donde habitan Yessenia con sus tres hijos y su pareja, ubicada en la parte alta del barrio Pinto Salinas: “De un momento a otro, empezó a llover y los terribles vientos tumbaron la puerta de la casa y arrancaron las paredes y el techo del cuarto de los niños”.

La progenitora, quien se encontraba en la vivienda junto a su hija, la menor de los tres, recalcó que los vientos hicieron desastres. «Algunas láminas de zinc las rescatamos. La mayoría de los enseres los perdimos», prosiguió, al tiempo que dejaba por sentado que el temor se apoderó de ella, pues estaba sola con su niña de cuatro años, a quien trató de proteger mientras la furia de la naturaleza se calmaba.

«Mi niña de cuatro años no hacía sino gritar. Lo que hice fue apoyarme en una pared y esperar a ver qué vecino se acercaba a ayudarnos», puntualizó para luego agradecer el comportamiento de muchos residentes que llegaron al punto afectado y ayudaron a rescatar las láminas de zinc que volaron varios metros.

Yessenia destacó que al lugar arribaron los funcionarios del Cuerpo de Bomberos y de Protección Civil para evaluar los daños. Pidió a la alcaldesa Sandra Sánchez, quien es de este barrio, que le brinde el espaldarazo que requiere para volver a levantar la estructura, pero con un material más resistente.

Gran parte de los enseres: camas, televisores, ropa y otros utensilios, también los perdió. «Que la alcaldesa se ponga la mano en el corazón, ella es de aquí, nos conoce. Que nos ayude, pues tenemos tres niños, trabajamos en empresas de tabaco y lo que ganamos es poco. Como pueden ver, no nos quedó nada».

Una cancha afectada

Parte de la malla que encierra la cancha de la urbanización Cayetano Redondo, en la ciudad de San Antonio del Táchira, se vio afectada por las fuertes ventiscas registradas.

En las imágenes, se puede observar cómo la malla terminó inclinándose al verse afectados varios de los tubos de aluminio que le dan estabilidad. El temor se apoderó de los vecinos, quienes pidieron una pronta recuperación de la estructura.

Romel Sánchez, residente, recordó que la cancha tiene más de 40 años: “Las condiciones climáticas, especialmente las de este martes, con fuertes ráfagas de vientos, doblaron parte de la malla y es un riesgo para las casas que están colindantes”.

Hizo un llamado a los entes encargados para que se aboquen a «la reparación y mantenimiento en general» de las instalaciones. Subrayó además las  filtraciones que hay en las columnas y bases, lo que, a su juicio, las va debilitando.

«Lo entes encargados, conjuntamente con el Consejo Comunal y las mesas técnicas del área deportiva, deben enfocarse en un 100 % y no con pañitos de agua. Queremos una reparación, reestructuración y mantenimiento de la cancha. No se lo pide Romel Sánchez, sino la comunidad y el municipio, ya que aquí vienen a hacer vida deportiva las diferentes barriadas de nuestro pueblo, San Antonio del Táchira».

¡Otro árbol evitó que cayera sobre dos vehículos!

El colapso de un árbol estuvo a punto de ocasionar graves daños en un estacionamiento de San Antonio del Táchira, en el municipio fronterizo Bolívar, tras las fuertes ventiscas registradas en horas de la tarde de este martes 29 de julio.

Afortunadamente, otro árbol sostuvo al que fue desprendido de sus raíces por los vientos huracanados, que provocaron al menos tres emergencias en la Villa Heroica, como también se le conoce a la ciudad fronteriza.

Johanna Barbosa, encargada del estacionamiento ubicado en el barrio Andrés Bello, relató el susto que experimentaron por las ráfagas de viento: “Estábamos sentados viendo cómo los vientos trataban de levantar el techo y estábamos preocupados por otro árbol, cuando de repente cayó y, bendito sea Dios, el otro árbol lo detuvo”.

Por falta de implementos, no han logrado retirar el árbol de mango. «Necesitamos una motosierra», señaló al pedir colaboración a los funcionarios del Cuerpo de Bomberos y de Protección Civil (PC), que se acercaron al lugar para evaluar la situación.

“Pedimos a las autoridades que nos echen una manito”, prosiguió al elevar una petición a la Providencia para que no se repita el escenario.