Para José Rozo, expresidente de Fedecámaras, la situación en la frontera empeora porque no hay nada. “En el caso de la carne, no es por escasez, es por decisión y quizás abuso discrecional del ente militar controlador que repite políticas caducas y hambreadoras que fomentan el abuso”, expresó.
—Al no autorizar los despachos hacia San Antonio del Táchira y Ureña, además de racionar abusivamente a la población de tan vital alimento, fomentan el abuso, pues por ejemplo, los restaurantes se ven obligados a traer la carne por sus propios medios y esto los exponen a que sean chantajeados por funcionarios civiles o militares en el camino, encareciendo además el producto–, explicó.
Dijo Rozo que el repetitivo y desgastado argumento que es para combatir el contrabando, es usar la ley como un garrote para castigar a todos menos a las bandas de contrabandistas.
—La población siempre ha exigido que se combata y se desarticulen de verdad esas bandas que, tienen rutas, vehículos, contactos, el poder del dinero y el poder de la corrupción. Y esas bandas sólo se desarticulan es con inteligencia y medias económicas, pues el contrabando es un delito económico y su solución definitiva es económica. Ahí por ejemplo, los altos mandos militares encargados pueden ayudar, y deberían exigir al Ejecutivo nacional el desmantelamiento del los controles ruinosos que atan el desarrollo económico y social como el control cambiario, cuyos controles sólo los defienden los que se benefician de ellos, como son los corruptos y los contrabandistas–, señaló.
— -¿Cómo combatir o acabar
con este flagelo?
—Sólo la producción acaba con la escasez, la especulación, el alto costo de la vida y el contrabando, y está sólo es posible con libertad económica, y no con políticas marxistas, socialistas comunistas que han sembrado dolor y sufrimiento en los venezolanos-, respondió, recordando que por eso, la frontera no tiene luz, agua, gas, gasolina ni carne.