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25 de noviembre de 2024
El éxito del ataque quirúrgico a los centros de investigación y almacenamiento de armas químicas en Siria por parte de los Estados Unidos y sus aliados, representó el cumplimiento de la campaña electoral populista de Donald Trump, con la premisa de devolverles a los norteamericanos como primera potencia su condición de “Gendarme Necesario”, responsable de la paz y la seguridad del Universo después de la Segunda Guerra Mundial. Esta acción militar, en una nación azotada por una cruenta y prolongada guerra civil de siete años, esperada y fue reconocida por la mayoría de la comunidad internacional. La historia del papel de los Estados Unidos en la paz universal la empezamos con el fracaso en la Guerra de Vietnam (1975) creando un “síndrome” en el pueblo norteamericano. El derrumbe de las Torres Gemelas en Nueva York (2001), cambió la doctrina militar para la lucha contra el terrorismo internacional y Bush, con la estrategia del “Ataque Preventivo” invade a Irak (2003) para destruir las armas químicas de Hussein fabricadas en Irán.
En esa oportunidad las armas químicas no aparecieron y la nación quedo destruida y diezmada por las consecuencias de un conflicto de esa naturaleza; sin embargo, se cumplió el objetivo político, la eliminación de Hussein. La política de la Casa Blanca cambió con la llegada del socialista Barak Obama, con la intensión del regreso de las tropas norteamericanas de ultramar y rechazo a la participación en conflictos internacionales. Esta política timorata fue la causante del surgimiento del criminal Estado Islámico, responsable de numerosos hechos terroristas en el mundo conformando lo que se denominó la “Tercera Guerra Global” de naturaleza subversiva, disparando las alarmas del convulsionado Oriente Medio y de la seguridad mundial. En el 2011 se inicia la violenta guerra civil en Siria bajo el mando de un dictador de la dinastía personalista de los El Assad, autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU por el veto de Rusia y China para negar como solución el empleo de la acción militar, cuyas decisiones son por consenso.
La participación de Rusia y China en la guerra y el apoyo de Irán con ventas de armas, universalizó el conflicto teniendo como epicentro la guerra civil en Siria donde intervienen factores de la geopolítica mundial y regional, fanatismos religiosos antagónicos regionales e intereses económicos por las grandes reservas petroleras. La guerra en Siria surge por los reclamos de las regiones ante las arbitrariedades del gobierno al estilo de la Primavera Árabe, dividiendo al país en zonas con fuerzas irregulares frente a las del gobierno y con luchas fratricidas entre connacionales. El terrorista Estado Islámico con su fanatismo apoya al dictador y establece su base de operaciones en el norte del país alimentando el barbarismo del conflicto con más de medio millón de muertos y cinco millones de refugiados. Las crónicas de las acciones de guerra más crueles de un mandatario en ejercicio del poder contra su pueblo, el uso de armas químicas contra los insurgentes, la más reciente en Duma con setenta victimas entre niños, ancianos y mujeres.
La efectiva y precisa acción militar producto de la inteligencia norteamericana de otros tiempos y sus aliados, tendrá razón y lógica si logra obligar a todos los actores de esa impensable confrontación, llegar a una negociación para finalizar una matanza entre hermanos. A diferencia de la invasión a Irak donde no aparecieron las armas químicas, en esta oportunidad los sucesivos hechos sangrientos con gases tóxicos, evidencian la trasgresión a las normas más elementales de la naturaleza humana y la supervivencia de las sociedades del universo. La actitud de los dictadores ruso y sirio, indica que le han dado poca importancia minimizando la acción del gendarme norteamericano. La obtención del objetivo militar de neutralizar las armas químicas, es relativo por la magnitud del conflicto y facilita a los dictadores continuar la matanza del pueblo opositor. La guerra continuara sin armas químicas, manteniendo el estatus del conflicto por los grandes intereses geopolíticos y geoestratégicos de los países involucrados, especialmente Siria, Rusia, China e Irán.
Oscar Roviro Villamizar*
Gral. de Brig. [email protected] y @rovirov
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