Opinión
Equidad salarial en clave mariana: “9 dólares es menor que 8 dólares”
domingo 24 agosto, 2025
Dejen la sombra, busquen la pureza y conversión, hallen liberación espiritual y redención!
Este llamado, que resuena en el corazón de Venezuela, no es solo una exhortación espiritual, sino una invitación a reflexionar sobre la realidad económica y social que atraviesa el país. En tiempos donde la inflación, la devaluación y la desigualdad salarial golpean de manera solidaria.
Pedro Morales
En la encrucijada existencial de los pueblos, la economía es mucho más que el equilibrio de cifras: es la manifestación concreta de la dignidad humana y la posibilidad de vivir una vida plena. En el corazón de Venezuela, cuando el poder adquisitivo se erosiona y la incertidumbre crece, surge la interrogante fundamental sobre el sentido y el rumbo colectivo. Es aquí donde la espiritualidad mariana, lejos de ser evasión, ofrece una luz transformadora.
En este sentido, la Madre, en su pedagogía, no separa lo espiritual de lo terrenal. Su mensaje, reiterado a lo largo de la historia y tejido en la conciencia de las naciones, es un llamado radical al amor, la justicia y la conversión. María, en su humildad y firmeza, revela que la verdadera economía no es la del acaparamiento ni la especulación, sino la del don: un sistema donde la equidad y la justicia no son concesiones, sino exigencias insoslayables de la fraternidad.
Por lo tanto, en la lógica mariana, nadie puede resignarse ante la injusticia estructural. El deterioro del poder adquisitivo y la desproporción en los ingresos no son solo cuestiones técnicas, sino heridas abiertas en el tejido humano. Cuando el pan de cada día se vuelve más escaso en los hogares humildes y vulnerables, no solo se resiente el cuerpo, sino también el alma colectiva de la nación.
La voz de la Madre invita a buscar soluciones que no solo reparen el bolsillo, sino que restauren la esperanza y la confianza social. La economía, entonces, se convierte en un terreno de conversión: de la indiferencia a la compasión, y del cálculo frío a la solidaridad activa.
La paradoja de 9 dólares y la lucha por la justicia económica
A partir de esta situación, en tiempos donde la realidad concreta impone desafíos, la pregunta que resuena en el corazón de muchos es: ¿qué significan hoy la equidad y la justicia en la mesa de nuestros hogares? La experiencia vivida por tantos venezolanos revela que, aun cuando el ingreso nominal pudiera aumentar, la erosión del poder adquisitivo transforma inevitablemente el salario en un simple espejismo.
De hecho, según un reciente estudio (Morales, 2025), que constituye una continuación de la ponencia “Derechos laborales universitarios: en búsqueda de soluciones”, presentada el 5 de agosto de 2025 en el Auditorio “B” de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) de la Universidad de los Andes (ULA), se evidencia con claridad cómo la crisis económica ha impactado profundamente el poder adquisitivo de los venezolanos.
Al respecto, mientras que a mediados de agosto de 2024 ocho dólares bastaban para cubrir ciertas necesidades, a los quince días de agosto de 2025 ni siquiera nueve dólares resultan suficientes, pues su valor real es equivalente a apenas 7,5 dólares. Sólo a partir de once dólares —específicamente, 11,05 dólares para el 15 de agosto de 2025— se restablece y supera la justicia perdida, asegurando un poder adquisitivo real superior al del año anterior, y garantizando así la tan anhelada equidad en los hogares venezolanos.
No obstante, el trabajador termina por aceptar dicho pago injusto porque no tiene más alternativas, dada sus diversas y crecientes necesidades afines a lo que especifica el artículo 91 constitucional, es decir, el salario vital. Esta situación refleja la precariedad en la que se encuentran miles de familias venezolanas, quienes, a pesar de su esfuerzo diario, enfrentan una realidad donde el salario no alcanza para garantizar una vida digna.
Desde esta perspectiva, la insuficiencia salarial está vinculada a la dinámica económica venezolana, donde los precios de mercancías se ajustan constantemente por la inflación y la devaluación, reflejando graves desequilibrios macroeconómicos. Sin embargo, estas dinámicas ignoran un aspecto esencial: la remuneración de la mano de obra, principal generadora de valor. Esta omisión no solo representa una injusticia económica, sino también una seria afectación a la dignidad de los trabajadores, comprometiendo la justicia laboral y poniendo en riesgo la paz y estabilidad en el ámbito del trabajo.
El mensaje mariano como guía de transformación
En consecuencia, el mensaje mariano es profético: la liberación verdadera comienza en el corazón, pero se concreta en la historia. No puede haber redención espiritual mientras reine la injusticia material o mientras un sector salga beneficiado en detrimento de otro. Por eso, María impulsa a los pueblos a reclamar no solo el pan, sino también la dignidad y la posibilidad de una vida reconciliada. La justicia no es un acto de caridad, sino el fundamento de la paz y de la felicidad verdadera.
Este mensaje se hizo especialmente presente el pasado 14 de agosto, durante la serenata en honor a la Virgen de la Consolación de Táriba, donde se declamó el poema “La voz de la Madre al corazón venezolano”, un mensaje celestial que invita a la oración sincera, la conversión y la confianza plena en Dios. Este poema, disponible en el siguiente enlace, profundiza en el llamado de María a su pueblo:
La voz de la Madre al corazón venezolano
Conclusión:
La economía como camino de redención
Por último, en tiempos de crisis, la espiritualidad mariana ofrece consuelo, pero también exige responsabilidad. El milagro no está en esperar soluciones externas, sino en hacer de la voluntad de Dios —que es justicia, paz y amor— el centro de toda acción personal y social. Bajo el manto de María, Venezuela puede redescubrir la fuerza transformadora del perdón, el diálogo y el compromiso activo con la equidad.
La economía, iluminada por el mensaje materno, no puede conformarse con cifras que no se traduzcan en pan compartido y esperanza restaurada. Sólo donde se garantiza la equivalencia real —donde el ingreso compensa la pérdida y asegura la vida digna— florece la verdadera fraternidad.
Así, la economía deja de ser un simple tablero de cifras y se convierte en camino de redención. La voz materna, firme y tierna, recuerda: sólo donde hay justicia florece la verdadera felicidad, y sólo donde hay amor la economía sirve a la vida. Ese es el legado y el desafío de la espiritualidad mariana para nuestro tiempo.
¡Al final, el Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María triunfará!
Referencia:
Morales, P. (2025). Equidad y poder adquisitivo en Venezuela. Agosto 17 de 2025.
Morales, P. (2025). Propuestas para afrontar la crisis salarial. El Nacional. Agosto 9 de 2025. Enlace: https://www.elnacional.com/2025/08/propuestas-para-afrontar-la-crisis-salarial/
Misión Eucarística para la liberación espiritual “Salve María Auxiliadora, economía de la salvación y de la felicidad verdadera”.
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