Julieta Cantos

Es casi imposible no hablar sobre asuntos políticos, en estos momentos, así sea reiterativo.

Los acontecimientos no paran. Las visiones difundidas según quien las emita y las reciba suelen ser bastante distorsionadas. En este tipo de batallas comunicacionales no suele imperar la objetividad, por lo que no se verifican las fuentes ni los datos. Mientras tanto yo sigo en mi tarea de analizar en base a información verificable y seria, reafirmando como el juego geopolítico de los intereses económicos es lo que indica el norte de las guerras, intervenciones, acuerdos y otros. Las provocaciones están en el orden del día por parte de los que se autoproclaman líderes del mundo. Iniciemos por regiones.

Oriente próximo y Gaza: USA sanciona a miembros de la Autoridad Palestina por denunciar a Israel ante la justicia internacional (El País). Es decir, que cuando se realizan denuncias frente a los organismos pertinentes, EEUU aplica sanciones. “Israel está cometiendo un genocidio en Gaza y Europa tiene el deber de detenerlo”, afirma Omer Bartov, académico israelí, catedrático de Estudios sobre el Holocausto y el Genocidio en la Universidad de Brown. Cada vez más, voces reconocidas de especialistas como defensores de los derechos, historiadores, académicos y juristas “afirman que existe una clara voluntad por parte del Estado judío de destruir a los palestinos como grupo y hacer imposible la vida en Gaza. Las acusaciones han ido en aumento desde que Sudáfrica presentó en diciembre de 2023, es decir hace dos años, una demanda ante el máximo tribunal de justicia de la ONU alegando que Israel está cometiendo genocidio, acusación que Israel rechazó por carecer de fundamento” (Euronews). Un informe reciente de la ONG israelí Médicos por los Derechos Humanos afirma que las acciones de Israel en Gaza equivalen a Genocidio. George Steiner, judío, filósofo, escritor, semiólogo, intelectual, fallecido en 2020 señalaba que decir que “solo se puede amar a los que son como yo” es propio de almas innobles. O que “si los hombres no aprenden a ser invitados los unos de los otros, acabaremos destruyéndonos, yendo hacia guerras religiosas, hacia terribles guerras raciales”. Por otro lado, el 20 de agosto la Deutsche Welle publicó que “Israel ratifica plan de colonización en la Cisjordania ocupada”,  pese a las presiones de la comunidad internacional, lo que significaría que de llevarse a cabo la ocupación al este de Jerusalén se impedirá la existencia de un Estado palestino. Mientras que The New York Times señala que con la aprobación de estos asentamientos Israel desafía al mundo, El País publica la dimisión del ministro de exteriores de Países Bajos, Gaspar Veldkamp, después de que el Gobierno bloqueara su propuesta de adoptar sanciones contra Israel, y la Deutsche Welle menciona a los 21 países, entre ellos Reino Unido, Francia, España, Italia y Canadá, quienes rechazan el plan de Israel de colonizar Cisjordania, por ser “una violación del derecho internacional”. Por otro lado la ONU pide hacer “justicia” ante el ataque en el hospital Al Nasser de Gaza, exigiendo una investigación inmediata y el fin de la impunidad (DW).

Y cierro con una pregunta con la que iniciaré la columna de la próxima semana al pasar a analizar sobre nuestra región Suramérica y nuestro continente América. La pregunta en cuestión: ¿Qué significa tener o no tener escrúpulos?

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