Carlos Orozco Carrero

-Eso de los apodos no es conmigo, caballero. -Soy capaz de agarrarme a manga con cualquiera si me gritan algún sobrenombre. –Pues a mí no me importa que me digan Carreto, le respondí. Este apodo me lo puso en cuarto grado de la escuela un compañero de estudio –Luis Roa Rangel- debido a mi segundo apellido, Carrero, y así lo llevo hasta con orgullo. –Ah, lo que pasa es que Carreto es hasta bonito. –No olvides que a mí me dicen Calzoncillos, remató. Y hablando de sobrenombres, recuerdo que un camionero recién llegado a una obra que hacían en Guaraque escuchó que a todos sus compañeros les llamaban por apodos y eso a él no le gustaba. Les dijo que no aceptaba ningún remoquete y amenazó con una fatigosa pico e´loro para enfrentar al que le faltara el respeto. –Entonces usted será el único, replicó Pablo “Dientes de ajo”. Al otro día, alguien gritó: –Llamen al único para que venga a almorzar. Y, como ustedes comprenderán, se quedó con el interesante apodo de Vicente, El Único. En cada esquina una historia.        

Sigue aumentando la capacidad creadora de los miembros integrantes del grupo de bajos estudios bohemios y universales, donde todas las especialidades del saber universal tienen cabida y son dichas y escuchadas en el Bodegón del Buen Estar. Digo bajos estudios porque se reúnen en la parte baja del pueblo. Literatura sin bibliografía, educación mexicana, cuentos sorprendentes, comunicación, medicina, tecnología en ingeniería mecánica, fotografía sorpresiva, estrategia política, música, concreto enmallado, surtidor alimenticio, seguros de vida, deporte, proyectistas y todo lo que nos define como seres creativos iluminan el sitio cada sábado. Por supuesto, todo aderezado con carcajadas francas y contagiosas. Estamos proponiendo el nombre de La Generación del 25 a este grupo maravilloso de tachirenses.

Luis Sojo, uno de los mejores peloteros de Venezuela y hombre poseedor de varios anillos de Serie Mundial, hizo una visita al club Latino de nuestra capital tachirense. Un gesto bonito hizo el bateador de los Yankees de New York al salir al terreno de juego y felicitar a los niños participantes en el Nacional Sub 8 que se escenificó en las instalaciones del prestigioso centro social. Conversamos sobre este campo deportivo y le hicimos saber que un 11 de mayo un buscador de talento llamado Carlos Loreto llegó a observar a un muchacho que jugaba esa noche con el equipo Andinito. Este pelotero era Carlos García, extraordinario atleta que llegó a convertirse en el Almirante del Magallanes venezolano. Sojo, mejor pelotero que otra cosa y buen conversador, agradeció las atenciones recibidas. Por cierto, digo un 11 de mayo porque ese día cumplo años y lo celebramos con Pipo Correa y los tres Carlos en la barra del Club referido: Carlos García, Carlos Loreto y este pegote que les escribe. Y eso que no me gusta hablar de mí, cariños.

Se acerca la celebración de los 100 años de la fundación del grupo escolar “Sánchez Carrero” en mi pueblo bonito. Una institución histórica en la formación de miles de muchachos que salieron a regar el mundo con conocimientos valiosos para el desarrollo de nuestro país. Después les voy contando cómo va la programación de este evento tan importante para la educación venezolana. Cunden las emociones para un reencuentro maravilloso entre sus egresados.