Opinión
El estado Táchira y la importancia de la educación sísmica
lunes 6 octubre, 2025
Hogan Vega y Dorli Silva
En el occidente de Venezuela, durante los últimos días, han ocurrido varios sismos de magnitudes diferentes, y a horas diversas del día. Cualquier persona puede encontrarse en el momento de un sismo, en su casa, en su trabajo, en una actividad social, etc. Sin embargo, como personas deben estar preparadas, a través de la educación necesaria para asumir una conducta ante la ocurrencia de un sismo y en conocimiento de que el estado Táchira es una de las zonas con mayor riesgo sísmico en Venezuela, debido a la Falla de Boconó. La clave para la supervivencia es la calma y la aplicación inmediata del protocolo: Agáchate, cúbrete y agárrate.
En otras palabras, es importante conocer la educación sísmica y sus protocolos; inicialmente el protocolo durante el terremoto (¡en este momento!). La prioridad es protegerse de los objetos que pudieran caer o de los derrumbes estructurales; no se debe correr ni intentar salir, hasta que el movimiento cese. Por ello, se hace necesario evaluar varias situaciones y sus protocolos de actuación. Si se está dentro de una edificación, agáchate, cúbrete y agárrate (drop, cover and hold on); agáchate (de rodillas o en posición fetal) en el suelo; cúbrete debajo de un mueble fuerte (mesa, escritorio, cama, etc.); agárrate firmemente a la pata del mueble, aléjate de ventanas, espejos, puertas de vidrio, paredes exteriores y objetos colgantes (lámparas, estantes, cuadros). No se deben usar los ascensores; no se pare debajo del marco de una puerta, ya que no son tan seguros como se cree, en edificaciones modernas.
Si se está en la calle o al aire libre, aléjese inmediatamente de edificios, postes eléctricos, árboles, vallas publicitarias y cualquier estructura que pueda caer o desplomarse. Vaya a un lugar abierto (parque, cancha, plaza); cúbrase la cabeza con sus brazos o con un bolso si es posible. Si se está conduciendo un vehículo, reduzca la velocidad inmediatamente, estaciónese en un lugar seguro (lejos de puentes, pasos a desnivel, postes y edificios), permanezca dentro del vehículo hasta que el sismo pase. Si se está en un lugar concurrido, mantenga la calma y no corra hacia las salidas, agáchese y cúbrase la cabeza con los brazos, aléjese de estanterías y repisas que tengan objetos.
Por otra parte, inmediatamente después de que el sismo haya cesado, active en segundo lugar el protocolo con las acciones siguientes y sus detalles. Primera acción, evalúe su condición, revise si Ud. o las personas cercanas están heridas, practique primeros auxilios si tiene el conocimiento. Segunda acción, desaloje con calma, abandone la edificación, inmediatamente, por la ruta de evacuación planificada; use las escaleras, no los ascensores. Tercera acción, tome precauciones, use calzado cerrado para protegerse de vidrios y escombros en el suelo, no encienda fósforos, yesqueros o velas; puede haber fugas de gas. Use una linterna para iluminar, no toque cables eléctricos caídos. Cuarta acción, diríjase a una zona segura. Una vez en el exterior, muévase a un punto de encuentro o espacio abierto alejado de estructuras y postes. Quinta acción, cierre los servicios, cierre las llaves de paso principales de gas y agua, y baje el interruptor principal de electricidad para prevenir fugas e incendios.
A pesar del esfuerzo, horas después de sucedido el sismo, es fundamental el tercer protocolo con la elaboración y toma de medidas a largo plazo, mediante acciones y sus detalles. Primera acción, manténgase informado, encienda una radio a pilas o active la radio en el celular y escuche los comunicados de Protección Civil Táchira y FUNVISIS. No difunda ni preste atención a rumores. Segunda acción, utilice el teléfono de emergencia; use el teléfono solo para emergencias. Las redes estarán saturadas. En Venezuela, el número de emergencias es 911 o el número local de Protección Civil y Bomberos. Tercera acción, esté alerta a réplicas; pueden ocurrir réplicas, algunas de ellas fuertes. Si está en una edificación dañada, no regrese bajo ninguna circunstancia hasta que sea inspeccionada por expertos (como Bomberos o Protección Civil). Cuarta acción, elabore un plan de preparación (para el futuro); tenga un morral de emergencia con agua, alimentos no perecederos, botiquín de primeros auxilios, linterna, radio a pilas, copia de documentos y medicinas personales. Participe en simulacros y conozca las zonas seguras en su casa, trabajo y comunidad. Asegure muebles altos y objetos pesados.
La realidad indica que la mayoría de los ciudadanos tiene un desconocimiento total de la importancia de la educación sísmica; esta situación debe cambiar; por tal motivo todos en el estado Táchira, deben tener una cultura sísmica que permita vivir con una conciencia sísmica, donde la planificación y la seguridad estructural de su entorno sean parte normal de la rutina. Se sugiere, por conocimiento general y cultura, el estudio de las fallas geológicas en el estado Táchira y los Andes Venezolanos. La Falla de Boconó es, sin duda, la estructura geológica más importante, activa y riesgosa de los andes venezolanos; se extiende a través de la Depresión del Táchira. La complejidad geológica de la región andina implica la existencia de otros sistemas de fallas, a menudo subsidiarios o complementarios.
El occidente de Venezuela, y en particular el estado Táchira, está marcado por el límite suroeste del sistema de la Falla de Boconó. Las otras fallas que se encuentran en esta región suelen ser ramales, fallas inversas o estructuras asociadas con el proceso de levantamiento de la cordillera. Algunas de las fallas más relevantes en el contexto del Táchira y los Andes son, entre otras, la falla de Valera, que se encuentra principalmente al norte del estado Táchira y en el estado Trujillo. Es una falla significativa que corre aproximadamente paralela a la Falla de Boconó y tiene un movimiento de rumbo. Su actividad complementa la dinámica tectónica de la región andina. Además, se tienen las fallas del Piedemonte Surandino; éstas son estructuras de tipo inverso o de corrimiento que se ubican en el flanco suroriental de la cordillera, donde las montañas de los Andes se encuentran con los Llanos. En el Táchira, este sistema es crucial, ya que representa la compresión asociada con el levantamiento andino. Entre estas fallas se han estudiado la Falla de Caparo Norte y la Falla de Caparo Sur; aunque sus tasas de movimiento son menores que la de Boconó, tienen la capacidad de generar sismos.
No obstante, las investigaciones sismotectónicas de la zona de San Cristóbal y sus alrededores (como las realizadas por FUNVISIS) han identificado otras estructuras menores, aunque con potencial sismogénico, tales como la falla de Uribante, una falla importante en la zona surandina del Táchira. Otras fallas son la falla de Seboruco, la falla de Aguas Calientes, la falla de San José de Bolívar, y la falla de Bramón que es una estructura que ha sido reconocida en la Depresión del Táchira, cerca de la ciudad de Rubio. Es decir, todas estas fallas, aunque pueden ser consideradas como secundarias o subsidiarias de la falla de Boconó, son fundamentales porque demuestran que la deformación del límite entre las placas del Caribe y Suramérica se distribuye a lo largo de una amplia zona de fallas y no solo en una línea única. Asimismo, es relevante recalcar las placas tectónicas sobre las cuales reposa el territorio venezolano; son la placa Caribe y la placa de Sur América, donde se encuentran las fallas geológicas de Boconó, San Sebastián y el Pilar.
En síntesis, realice simulacros prácticos, antes de la ocurrencia de un sismo, y en su conciencia active los protocolos, donde el inconsciente tenga cada acción de forma automática y no genere pánico. La práctica, de forma periódica, es como un juego o un ejercicio; es la clave entre la vida y la muerte; la prevención sísmica, especialmente en zonas de alto riesgo como el Táchira, depende de la planificación y la modificación del entorno, para que se adapte automáticamente a una emergencia. Mientras tanto, el avance de la ingeniería, y el esfuerzo de millones de ingenieros han permitido que, durante décadas y siglos, que todos disfruten de un mundo lleno de comodidades y servicios. Con tecnologías de punta, hoy en día gracias a la ayuda de la inteligencia artificial y la robótica, se minimizan los riesgos, pero las fallas geológicas siempre estarán allí.