Odalys Calderón, médico pediatra venezolana, de 38 años de edad, ha mostrado una leve mejoría, luego de que fuera encontrada en su apartamento inconsciente y con señales de violencia.

Calderón fue internada en la Unidad de Paciente Crítico del Hospital Cisternas en Calama, Chile, el pasado 22 de septiembre. Esta semana le hicieron una traqueotomía, que habría resultado exitosa, y permitiría realizarle otras evaluaciones, como una resonancia.

Según los portales El Vinotinto y Crónicas de Chile, la venezolana ha mostrado avances en su evolución clínica, aun cuando hay total hermetismo en el equipo médico sobre el caso, pues los teléfonos estarían intervenidos.

Los cuestionamientos en torno al caso continúan tomando fuerza. Fuentes cercanas al caso han asegurado que la Policía mantiene en custodia el teléfono de la pediatra, y aunque tienen la clave, hasta ahora no ha sido desbloqueado. Según plantean, en el dispositivo habría evidencia que podría orientar la investigación.

Los allegados de la caraboneña advierten que la negativa a revisar el teléfono es una forma de proteger al principal sospechoso de la agresión, la expareja de Calderón, quien sería una figura influyente en el mundo de la minería en la ciudad.

Hasta ahora, ni la Fiscalía ni los equipos médicos han dado detalles sobre el caso ni sobre las condiciones de la paciente, y se comenta que los teléfonos del personal de salud estarían intervenidos. Mientras esto ocurre, familiares, pacientes y compañeros de la pediatra han hecho vigilias frente al hospital pidiendo justicia y transparencia en la investigación.

Estas acciones han influido en la reciente emisión de un comunicado por parte de la Policía de Investigaciones, quienes con pocos detalles hacen mención de la investigación y del sospechoso e instan a la comunidad a informarse únicamente por los canales oficiales y no por redes sociales que “contaminan la investigación”. (JS)