Regional
Falleció la “Dama de las Bibliotecas”
sábado 1 noviembre, 2025
Freddy Omar Durán
El mundo de los libros y la literatura tachirense ha sufrido una lamentable pérdida con el fallecimiento, este viernes, de la señora Gladys Lozada de Pérez.
El crecimiento de la Red de Bibliotecas Públicas del Estado Táchira tuvo en esta dama un aporte invaluable en la ocasión de su activo resguardo de este invaluable tesoro de saber y crecimiento espiritual. De hecho, ella estuvo al frente de la lucha para que la Biblioteca Leonardo Ruiz Pineda contara con sede propia.
Quienes la conocieron en vida y ahora se conduelen de su fallecimiento, reconocieron en ella una persona buena y siempre generosa especialmente con aquellos bajo el afán de sumergirse en momentos de creación literaria.
En una nota de condolencia, la Asociación de Escritores del Táchira la describe como ”entusiasta protectora del Taller Literario Zaranda, cediendo los espacios de la Biblioteca Pública Leonardo Ruiz Pineda para que germinara el principal semillero de la literatura actual”.
Su amplio conocimiento en materias de bibliotecología lo inició en el Hospital Central, y luego pasaría a la Biblioteca Pública, que ya había contado con la ilustre conducción de Jesús María Sánchez, en la sede diagonal al Antiguo Alberto Adriani, para ser continuada su labor por Ilia Rivas de Pacheco, en la sede de la plaza La Libertad, y posteriormente por Olga López Mendivelso.
Como ilustró el cronista de San Cristóbal, Luis Hernández Contreras, Gladyz Lozada de Pérez nació en Borotá y se educó en el Colegio María Auxiliadora. Formó familia con el abogado Porfirio Pérez, síndico municipal, que cobijó a sus hijos Gladys Leonor, Iván y Fernando. La biblioteca pública de su terruño lleva su nombre, y también tomó las riendas de la Asociación de Cronistas del Táchira.
— A Gladys Lozada de Pérez se le metió en su pensamiento construir una sede digna para las dimensiones de la San Cristóbal de finales de los años setenta. Yo fui testigo de esa persistencia y fue durante la gestión de Luisa Pacheco, como gobernadora, cuando se logra el terreno del viejo Hospital Vargas. Creo que sería uno de los días más felices de su vida. Ella fue muy amiga de la hija de Rómulo Betancourt, Virginia, quien fue la gran responsable de la Biblioteca Nacional, y con su apoyo logró además que casi todos los municipios del Táchira tuviesen su sede de la Red de Bibliotecas Públicas— contó el Cronista de San Cristóbal.
Después de su jubilación, formó parte de la Asociación de Cronistas del Estado Táchira. Paz a su alma.









