Los dirigentes de las dos Coreas se comprometieron este viernes a trabajar por la desnuclearización de la península y por una paz permanente, durante una cumbre histórica en la Zona Desmilitarizada. Tras un simbólico apretón de manos en la frontera con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, el líder norcoreano, Kim Jong Un, afirmó que Corea estaba en “el inicio de una nueva historia”. Kim dijo haberse sentido “embargado por la emoción” al cruzar la línea de cemento y convertirse en el primer dirigente norcoreano en pisar territorio surcoreano desde la guerra de Corea (1950-1953). Tras firmar el texto, que proclama que “no habrá más guerra en la península de Corea”, Kim y Moon se dieron un abrazo poniendo fin a una jornada de declaraciones de amistad. En una ceremonia de despedida, los dos hombres vieron imágenes de su encuentro reproducidas en un espectáculo de luz y sonido, parados y agarrados de la mano durante varios minutos. /AFP