Poco antes de extinguirse las 72 horas vitales tras el sismo, la angustia de los familiares aumentaba este viernes en la capital de México y los socorristas lanzaban sus últimos esfuerzos para encontrar sobrevivientes. El terremoto del martes deja hasta el momento un saldo de cerca de 300 muertos. El protocolo luego de un terremoto ordena que luego de tres días la búsqueda de personas cese y la maquinaria empiece a recoger los escombros.
Pero desde el presidente Enrique Peña Nieto hasta el alcalde de la ciudad, Miguel Mancera, las autoridades mexicanas han reiterado el compromiso de prolongar los esfuerzos hasta que se agoten las señales de vida. En las ruinas de un edificio industrial cercano al centro histórico, uno de los 39 inmuebles colapsados, rescatistas se enfrentan al dilema extremo de seguir confiando en que haya vida o asumir que ya no hay nada que hacer.