Regional

De nuevo los conductores deben dormir en el carro por una batería económica

30 de mayo de 2018

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Nuevamente las colas retornaron a la venta de baterías en la avenida 19 de Abril. (Foto/Omar Hernández)

En busca de una batería económica, de 9 millones y 11 millones de bolívares, y para no tener que pagar los 40 o más millones que piden por ella en la calle, los conductores de San Cristóbal han tenido que volver a dormir en sus carros para adquirir una batería en la Distribuidora Duncan de la avenida 19 de Abril, molestos no solo por la lentitud del despacho, sino por la supuesta preferencia que se otorga a vehículos de placa oficial, que sin mayor demora la reciben.

Al respecto, representantes de la empresa Duncan aclararon que evidentemente se está dando una atención prioritaria a vehículos de uso oficial, debidamente autorizados, con su respectivo oficio, y otros, propiedad de profesionales de la Medicina o el sector Justicia; no obstante, alrededor de 30 compradores en cola adquirieron su batería en la mañana del martes.

Admitieron que si bien desde hace un mes, sin conocerse las razones de la misma, la escasez del producto volvió a traer la incómoda situación, y que la Sundee y el Sebin actualmente están en vigilancia permanente de la jornada de venta.

No obstante, este martes, la cola de los vehículos que esperaban por su batería se desplazó dos cuadras más arriba. Los conductores, en ejercicio de contraloría social, inquietos, se arremolinaban frente a la empresa y no ocultaban su malestar por aquellos que entraban y salían con su compra expedita. Intentaban verificar cuánta existencia había, para estar seguros de que ellos serían beneficiados con este producto, indispensable para el vehículo.

En el lugar había un fuerte resguardo de organismos de seguridad, como el Sebin, Guardia Nacional, Policía Municipal y Politáchira.

Jhonny Araujo afirmó que estaba esperando en cola desde las dos de la tarde de este lunes, incluso tuvo que dormir en su carro, y que a pesar de haberse organizado los choferes en listas para guardar el orden, pareciera como si “las roscas y los enchufados” pasaban por encima.

A quienes optaban por adquirir la batería, se les exigía el carnet de circulación, la cédula y el título de propiedad.

Freddy Omar Durán