Músico famoso, literato, diplomático y educador esclarecido. Pero lamentablemente su obra y acción es poco conocida entre las nuevas generaciones. Manuel Antonio Carreño Muñoz, (Caracas 17/06/1812+París 04/09/1874) era sobrino de Simón Rodríguez, maestro del Libertador. También padre, maestro, y ductor de una de las más notables pianistas del siglo 18: Teresa Carreño García (Caracas 22//12/1833), la caraqueña ejemplar que dio a conocer a Venezuela, su arte musical en todo el mundo, cuyo nombre está inmortalizado con el de uno de los teatros en Caracas de espectáculos más prestigioso del país. Fundó el renombrado Colegio Roscio en Caracas. Tuvo, asimismo, destacada actuación en la política. Ejerció la Cancillería de la República y el Ministerio de Hacienda, cargo al cual dimitió al estallar en 1859 la Guerra Federal, radicándose en Nueva York y más tarde en París. Otra de sus obras geniales fue la publicación en 1853 de su universal “Manual de Urbanidad y buenas costumbres” para jóvenes de ambos sexos que le hizo célebre en toda Hispanoamérica al adoptarse como texto de enseñanza en escuelas y liceos por sus normas y enseñanzas de higiene, normas de modales y comportamiento dentro y fuera del hogar. No obstante, todas esas sabias recomendaciones se fueron olvidando en el devenir del tiempo y la modernidad. Hoy apenas se conservan pocos ejemplares en las bibliotecas públicas y colecciones privadas. Ya aquellas lecciones de cómo comer con educación, el trato y respeto a los padres, damas, ancianos e inválidos, son pedagogía del pasado, recordándose solo en remedo al aprendizaje escolar de antaño. Falleció en París a principios de junio de 1874.Sin dudas, un venezolano eminente. [email protected]
Germán Carías Sisco