La permanencia de aguas negras en la vía, así como la red de alcantarillas completamente destruidas y que son un peligro latente, tanto como para conductores  y transeúntes, padecen residentes y comerciantes de  la calle 6, con Octava avenida, situación que aseguran los afectados, no ha sido atendida por las autoridades municipales.

Y es que las denuncias  de los vecinos no son infundadas, ya que es fácil apreciar la permanente presencia de agua estancada y putrefacta, la cual brota a borbotones de una alcantarilla que colapsa recurrentemente, pues es un viejo colector que ya cumplió su vida útil, tal y como los asegura Miguel Ríos, quien asegura, que este tipo de evento, ocurre periódicamente.

–Ya son más de diez años que venimos sufriendo por este colector colapsado, con cualquier lluvia que surge, las aguas negras se desbordan e inundan todo a su paso, con lo cual se genera un gran caos, pues las mismas llegan hasta los sótanos de algunos negocios  y viviendas, es un problema estructural que sólo puede ser solucionado con la construcción de otro colector, esa es la solución que nos han dicho en muchas ocasiones expertos en esta materia.¨ narró el vecino.

Agregó igualmente, que la permanencia de aguas negras en el área comercial,  ¨Suele en ocasiones crear casos para la movilidad, pues los carros y motocicletas no pueden circular con regularidad, se crean lagunas y charcos, incluso en algunos casos los que viajan en motocicletas se caen y sufren lesiones, esta situación debe solucionarse y sanear el área, por lo que invocamos la participación de la alcaldía de San Cristóbal, ya que son ellos a quienes les compete el mantenimiento y refacción de los problemas del municipio. ´ subrayó la fuente.

Drenaje fracturado

En la misma calle 6, con Octava avenida, la alcantarilla recolectora de aguas pluviales, es otro de los problemas de los que se quejan los vecinos y comerciantes, pues advierten que una parte de la estructura se ha deteriorado, al punto que por un canal de la vía no se puede circular, ello para evadir el peligro que representa la misma, ya que al perder parte de las laminillas de acero, ésta es un trampa para cualquier desprevenido conductor o transeúnte que caiga en ella.

Este síndrome de alcantarillas destruidas en la capital tachirense, se puede observar en cualquier calle o avenida, lo cual se ha tornado en una verdadera crisis, que debe ser solucionada por las autoridades municipales, ya que se trata de la integridad física de los ciudadanos y de sus bienes.

Buena parte de la vía, igualmente está comprometida por los daños ocurridos por la escarificación de la capa asfáltica, lo cual ha generado la aparición de agujeros, todos ellos de considerable tamaño.

Pablo Eduardo Rodríguez

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