Las imágenes muestran una ciudad enterrada, casi borrada, por la erupción volcánica mortal del domingo en Guatemala que cobró más de 90 vidas.

Los flujos piroclásticos se tragaron el pueblo rural de San Miguel Los Lotes. Estos flujos, una combinación de ceniza, roca y gases volcánicos, viajan tan rápido durante una erupción que es imposible que algo los supere.

El meteorólogo de CNN, Ivan Cabrera, dice que el flujo piroclástico del domingo fue de cerca de 1.000 grados Celsius.

Las imágenes de satélite muestran que la mayoría de los edificios de la ciudad están enterrados o completamente destruidos; rocas volcánicas del tamaño de una pelota de béisbol y escombros están esparcidos entre montones de caucho derretido y acero: restos de autos.

Una cicatriz cenicienta ahora corta el verde paisaje. Las excavadoras y la maquinaria pesada que limpian la ceniza son incluso visibles en las imágenes.