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Abre sus puertas el Museo de Artes Visuales a un encuentro con el maestro Freddy Pereira

17 de junio de 2018

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En un esfuerzo combinado con el Mavet, la Dirección de Cultura y la familia del artista, se ha hecho posible una de las más importantes retrospectivas del maestro Freddy Pereira.

En lo que se puede considerar la más grande muestra retrospectiva posterior a su fallecimiento, el Mavet inauguró el día de su aniversario 25 una individual del maestro Freddy Pereira.
Un esfuerzo posible gracias a las gestiones de curaduría del Museo de Artes Visuales y del Espacio, al de transporte y embalaje de la Dirección de Cultura del Estado y por supuesto de la familia del artista que cedió parte de su colección particular, en el ánimo que siempre ha mantenido de dar vigencia a su legado cultural.
Con un emotivo poema, su hermana Cristina Pereira, nos recordó que Freddy, no se ha ido del todo y aún tiene muchas lecciones por ofrecernos tanto desde arte en sí pero también desde el humano que desafía la palabra imposible, y confía en que desde su terruño natal –teniendo las posibilidades de descollar en las “metrópolis”- es posible proyectarse.
Muy pocos como Freddy Pereira se desenvuelven con genialidad en dos campos distintos: la plástica y el arte dramático. En esta ocasión se tiene la oportunidad de ofrecernos del primero una serie cronológica de hacer plástico, y del segundo precisamente un acercamiento que el propio artista hace desde las artes gráficas.
Son tres salas plenamente dedicadas a su obra, y que de entrada, a salta a la vista, la soltura en que el maestro Pereira se desenvuelve en los distintos lenguajes de la plástica, sin didactismos, ni autocomplacencias, con igual soltura, pericia y en genuina búsqueda. Tenemos entonces una oportunidad de ser cómplices de sus lecturas sobre arte; pero más importante que eso la pasión que desbordó sobre esa expresiva manifestación del espíritu humano.
Podemos ver como el dibujo llevado a dimensiones insospechadas a principio de la década de los ochenta remonta evolutivamente hacia cromatismos de contenidos matices que establecen inusitados juegos con la forma y la profundidad.
La curaduría estuvo a cargo de Belkis Candiales quien procuró una intimidad del espectador con la pieza, e incluyo en la muestra fotografías del artista, y los afiches de obras, festivales, y películas –diseñadas por él- que nos permiten confirmar su naturaleza polifacética. Tal versatilidad tocó hasta la poesía misma como lo demostró el escritor Manuel Rojas quien durante la apertura de la exposición leyó ante los presentes algunos textos del poemario Abdominia.
Para la directora del Mavet, Carmen Ludene “lo interesante de la obra de Freddy Pereira es como el comienza con la gráfica, con una figuración que oscila entre los diferentes planteamientos de la mancha y la línea. Yo diría que es uno de los pocos artistas en Venezuela que trabajó el erotismo, luego pasa a un proceso más formal de la pintura y ahí vemos cómo el incide en el simbolismo, el sincretismo para pasar al paisajismo y abordar la abstracción. Es un discurso bien interesantes del maestro que nos permite ver lo integral y lo visionario que fue como artistas plástico”.

Freddy Omar Durán