Regional
“Pepe” Aranda quiere ser un ejemplo de voluntad y fe para su familia y el mundo
20 de junio de 2018
La travesía la hace por su hija, que también perdió una pierna en el accidente, y quien en más de una ocasión le preguntó porque les ocurrió eso, a lo cual le respondía: no importa hija, vamos hacer como los veleros, se mueven, así el viento esté en contra, vamos a seguir adelante
Luego que un tragedia marcara su vida y para dar ejemplo al mundo. que todo se logra siempre y cuando exista e, voluntad y empeño, José Aranda Mora (Pepe), decidió tomar su morral y protagonizar una travesía con una prótesis en su pierna izquierda y se propone recorrer once países de Suramérica.
En su memoria están guardadas las imágenes de lo sucedido hace cinco años.
Era conductor de una empresa de transporte estatal y en uno de esos viajes, viniendo hacia San Cristóbal ocurrió el accidente, chocó contra una gandola de combustible, pero esta nube gris no solo cubrió a José Aranda, sino a sus dos hijos que lo acompañaban en el viaje.
Las lágrimas brotaron sobre todo, al recordar, el hecho de que su hija Paola, hoy de 27 años, estudiante de psicología en la Universidad Bicentenaria de Aragua, perdió también su pierna izquierda y está en silla de ruedas.
Luego de preguntarse miles de veces, por qué les tocó vivir está página tan difícil, tomó aire y decidió ser ejemplo para su hija, familia y el mundo, de allí que decidió recorrer parte del mundo, para decir “Sí se puede”.
—Esencialmente la travesía busca, motivar, a las personas en igual condición que la nuestra y así vean que los límites están en la mente. Debemos entender que podemos hacer las cosas, pero de una manera diferente, siempre lograremos lo que nos proponemos — dijo con emoción.
—Si Dios quiere el 27 de junio, voy a salir temprano de San Cristóbal, desde mi casa, buscando la zona de Colombia, son once países a recorrer y una dependencia, que es Guayana Francesa, estaré en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina y luego retornaré por Uruguay, Paraguay y Brasil, las tres Guayanas y entrar de nuevo a Venezuela por Santa Elena de Guairén—especificó José Aranda, mientras dirigía la mirada a su hija y decía: sobre todas las cosas, lo hago por Paola.
Está claro en que serán tres años fuera de su casa y a la vez está tranquilo, porque su familia lo entiende y seguirá en todo momento sus pasos para darle ánimo en que siga adelante.
“La mayor parte de la travesía es caminando, siempre salvaguardando la integridad y entendiendo que hay partes de países donde prohíben que caminen y menos en los espacios turísticos” apuntó a la prensa.
Acompañado de los patronos
del Táchira
Con una sonrisa Pepe dijo: estoy tranquilo, porque no voy solo me acompañarán Dios, el Santo Cristo de La Grita y la Virgen de La Consolación.
Desde el punto de vista material tendrá la compañía de la empresa “Zona Biónica” que le fábrico la prótesis. “En principio la travesía se llamaba toda Suramérica en una pierna” porque pensaba hacerla en muletas y la prótesis que tenía no era la adecuada.
No obstante, en Caracas la empresa le propuso, le hacían la prótesis, planteamiento que aceptó y entonces cambió el nombre de la travesía a “A toda Suramérica en una pierna y una prótesis de Zona Biónica”.
Al recordar de nuevo el accidente subrayó, definitivamente había que recoger lo dejado.
En lo primero que pensó fue en la necesidad de motivar a Paola, y más cuando su hija le preguntaba: Papá, porque tiene que pasar esto, a lo cual le respondía: no importa hija, vamos hacer como los veleros, se mueven, así el viento esté en contra, vamos a seguir adelante.
Motivar a Paola era lo principal —contó —pero luego de participar en las caminatas de La Grita comenzó a interactuar con la gente, que siempre le daba las gracias por estimularlos a seguir adelante.
Desde la primera vez que participó en la caminata al Santo Cristo de La Grita, se propuso hacer esta travesía que comenzará el 27 de junio. Fuera del país estará pendiente de su familia, que en todo momento lo ha apoyado en este proyecto que lo cristalizará con el apoyo de todos.
Está seguro de su prótesis, diseñada exclusivamente para él y la cual lo acompañará en los 25 mil kilómetros que durará la prueba y cuyo costo está por el orden de los 1.500 y .2000 dólares.
Paola con una sonrisa particular y dejando escapar algunas lágrimas al ver hablar a su padre, precisó “es el proyecto de papá y yo lo apoyo”.
Nancy Porras