“El Sistema de Alimentación Escolar (SAE) en el estado Táchira está acrecentando el proceso de desnutrición del estado y no está respondiendo al espíritu y propósito para el cual fue creado”, denunció el presidente del Colegio de Profesores en Táchira, Javier Tarazona, al presentar en gráficas los platos que le sirven a los escolares: arepa con mantequilla, pasta pura con mermelada, bollitos de harina con mantequilla, croquetas de caraotas y pasta con caraotas.
Ese balance de la junta directiva responde a lo que ha sido la entrega del plato servido del SAE desde el 18 de septiembre cuando inició el nuevo año escolar: “Hemos estado haciendo un seguimiento en los 29 municipios del estado, y prácticamente les entregan a nuestros hijos las miserias de la revolución, unos platos que no se corresponden con el valor nutricional que requieren los niños”.
Recordó Tarazona que el SAE no fue creado por el gobierno de Hugo Chávez, sino por la IV República, que buscaba garantizar a través de la entrega del desayuno, almuerzo y el vaso de leche, un desarrollo integral de los niños con una alimentación balanceada: “Hoy, tristemente, el niño no tiene sino un plato de sobra, dos veces, como máximo tres a la semana, porque no alcanza a cubrir la semana escolar completa”.
Eso está ocurriendo en la mayor cantidad de escuelas de la entidad –afirmó-, aproximadamente en 1.000 de las 1.500 instituciones educativas del Táchira.
—Escojan la escuela que quieran y vean cómo los hijos del pueblo tachirense están comiendo. El SAE no está garantizando un apoyo, el acompañamiento que debería estar generando en el proceso de formación de nuestros hijos. Pero si ni siquiera sillas para sentar a los niños, menos un plato digno ni la garantía de un plato balanceado. Me pregunto qué papel está jugando el INN—.
Para el presidente del Colegio de Profesores en Táchira, el SAE simplemente se convirtió en “una olla podrida de la revolución”.
—Es el espacio donde el Gobierno sigue robándose los reales, porque los platos de comida no están llegando a los niños. Sin contar que el Gobierno dispuso unos camiones para el traslado de la comida, pero son los padres y profesores quienes hacen aportes para pagar el flete de los camiones, a fin que sigan llegando esas miserias— declaró.
“Un niño malnutrido, difícilmente
podrá llegar a ser un adulto sano”
El último informe de Cáritas Venezuela reporta un porcentaje superior al 40 % de destruición infantil en el país. Situación que certifica la presidenta de la filial Táchira de la Sociedad de Puericultura y Pediatría, Lorenza Acosta:
“Realmente es muy grave lo que estamos viviendo en el país con la parte nutricional, no solo en las escuelas sino también a nivel de los hogares y de los niños hospitalizados. Según las leyes de nutrición la alimentación debe ser suficiente, equilibrada, balanceada”.
La especialista explicó que en el caso del SAE, si bien un plato de caraotas (leguminosas) mezclado con cereales (arroz, maíz, avena, trigo) puede proporcionar proteínas de un mediano valor biológico, pero nunca como la proteína animal, faltan otros micronutrientes esenciales (zinc, calcio, magnesio, hierro, fosforo, manganeso) para el desarrollo del cerebro.
—Un niño que no está bien nutrido difícilmente podrá llegar a ser un adulto sano, o que pueda lograr todas sus competencias o potencialidades—.
Señaló que otro punto muy grave que han detectado es que están hospitalizando niños con patologías que no se curan en el tiempo que deberían, porque no tienen de dónde sacar sustratos para su recuperación: “No tienen los nutrientes necesarios, y aunado a la deficiencia de vacunas, el problema de la infancia en Venezuela desde el punto de vista de la prevención es grave”. (MC)