Regional
Mas de dos semana bajo el sol y el agua han esperado para conseguir una batería
13 de julio de 2018
Su costo es de 25 millones de bolívares y en el mercado negro las están ofreciendo en 180 millones de bolívares.
Vivir en un su automóvil, calarse horas bajo el sol, la lluvia, los peligros de la noche, y los aprietos del día, resulta más soportable a veces que la injusticias de los privilegios que tienen que presenciar durante los días de espera en la calle para adquirir una batería.
A las puertas de la única empresa que vende a precio regulado el repuesto automovilístico en la 19 de Abril un grupo de conductoresya obstinados de tanta dilación intenta hacer contraloría social –un derecho que se supone fundamental en tiempos del llamado “socialismo”- mientras se tragan su indignación mientras ven cómo algunos –que alegan prioridades oficiales institucionalizadas- se pasan por encima las colas que se extienden por más de un kilómetro, y cubren gran parte del cupo de apenas 80 baterías que se concede durante el día.
Mientras tanto siguen dispuestos al sacrificio, ya que por 25 millones pueden ahí hacerse de una batería, en el mercado negro las están ofreciendo en 180 millones de bolívares.
Los conductores han tenido que calarse la crueldad de las colas de la gasolina; pero ellos consideran que esta es más soportable si se le compara con el martirio de la compra de la batería, por la cual muchos han pasado hasta quince días, -y los de mayor suerte cuatro días- convirtiendo su automóvil en una “segunda casa”, y estableciendo solidaridades entre quienes igualmente deben padecer la amarga espera.
En una ciudad en el que el tráfico se ha despejado un poco, en la avenida 19 de Abril se forma un particular congestionamiento, al cual también contribuyen los que del lado de la otra acera, aguardan por abastecerse de combustible.
Impresiones de conductores
Al abordar a los conductores para tomar sus impresiones acerca del suplico por el que pasan, algunos son escépticos respecto a lo que el efecto noticioso pueda acarrear, mientras que otros ofrecen lo que en sus celulares en fotos y videos pueden demostrar las irregularidades en la venta de las baterías.
Los compradores se organizan colocando en la esquina superior del vidrio delantero un número por orden de llegada; sin embargo no faltan los “vivarachos” con malas intenciones y por ese motivo las peleas son frecuentes; pero más que esta actitud poco ciudadana, lo que predomina es la solidaridad, sobre todo cuando muchos de los vehículos sufren desperfectos mecánicos.
Otras de las irregularidades observadas por los choferes consiste en la “venta del puesto”, en alrededor de 30 millones de bolívares, propiciada por eso que quieren aprovecharse de la necesidad ajena, y que actúan con impunidad.
La mayoría de los vehículos en cola ya se encuentran sin energía por lo que solo les queda por recurrir a la “tracción humana”, cuidando de que nadie les agarre la delantera mientras se hace el esfuerzo físico, a veces solitario, a veces en grupo de varias personas.
Algunos corren con la suerte de cargar baterías prestadas, otros incluso no solo no corren con esa suerte, sino con una peor: el robo de ellas por parte de agiles bandidos; esto dificulta su compra, ya que la misma solo se concreta si entregan el repuesto viejo, por lo que se ven obligados a adquirir por 5 millones baterías dañadas.
No hay para todos
Pero aunque hay existencia de baterías eso no quiere decir que se correspondan a todas las marcas de vehículos; las de tamaño menor adaptadas aAveos, EcoSport, a Terios a Fortuner, o a Totoya Sky, por ejemplo no se están vendiendo, siendo éstas de mayor precio en el mercado negro en 250 mil pesos.
No solo es el problema de la compra de la batería y las colas de gasolina, lo que hace considerar parar los carros en los garajes de las casas, pues los demás repuestos siguen por las nubes. Vicente Sánchez se sorprende que cualquier repuesto para su automóvil vale en la actualidad 30 veces lo que tuvo que pagar por él hace unos cuantos años, y en esto no se incluye mantenimiento, ni mano de obra
–Yo –afirmó Sáncheztengo una Ford Terios y me costó80 mil bolívares y una sola bujía me costó un millón doscientos. Me estaban pidiendo por un litro de aceita 20 millones.
Muchas personas aguantan malas condiciones de la espera aún a riesgo de su salud, como la señora Ester Guerrero, maestra jubilada, que siendo diabética no ha podido moverse de la colapara tomar sus medicamentos y aún le quedan unos días más allí.
Freddy Omar Durán