Regional
Comerciantes de la calle 6 de La Concordia están indignados por mal estado de la vialidad
1 de octubre de 2017
Los comerciantes y residentes de la calle 6 con Octava avenida, en La Concordia, se encuentran indignados por el pésimo estado de la vía, la cual se encuentra destrozada desde hace años, aunado al grave problema que representan los constantes rebosamientos o desbordamientos de un canal de aguas negras, cuyo caudal es incesante en las temporadas de lluvia.
Y es que los reclamos de quienes comúnmente comercian y viven en esta zona no son infundados, pues son visibles las afectaciones que posee la calle, la cual, de paso, es una arteria principal que une a la Octava avenida con el Hospital Central y barrios de la parte alta de la misma La Concordia, Unidad Vecinal y barrio El Carmen.
De acuerdo con las quejas de los afectados, la “calamidad” que les acompaña ya tiene más de diez años, ya que -aseguraron- la falta de ampliación de un canal de la cloaca central, que conecta desde el Hospital Central y que recorre parte de La Concordia para desembocar en el río Torbes, es el gran problema, según declaró Gustavo Jiménez.
—En esta zona tiene que ampliarse ese canal de aguas negras, pues cada vez que cae una lluvia, sencillamente quedamos “bañados” de aguas residuales, las cuales fluyen a borbotones de una tanquilla. Ese mal no ha sido erradicado y atendido con eficiencia por parte de las autoridades de la alcaldía, sobre quienes recae la responsabilidad -expuso el denunciante-.
Explicó la fuente que a causa de las constantes inundaciones de las aguas negras, “muchos locales comerciales han tenido pérdidas económicas de gran magnitud e incluso han resultado dañados vehículos que han quedado atrapados dentro de garajes, situación que podría evitarse tan solo con efectuar una obra de envergadura, que de una vez por todas elimine los desbordamientos que tanto daño han hecho”.
La permanencia de aguas de origen residual ha ocasionado que el asfalto y algunos trabajos para la instalación de tuberías destruyan la calzada, por lo cual el mismo estado para la movilidad se ha deteriorado, al punto que los huecos y cárcavas sean de proporciones preocupantes.
Precisamente, por la efervescencia constante de agua del colector residual es que se ha resquebrajado la tapa de una boca de visita, la cual es denominada la “traga carros” , dado que muchos automotores han caído en ella, padeciendo daños, sobre todo en las partes del tren delantero.
Alejandro Ibarra comentó que, en momentos que llueve, “la calle queda inundada de agua y eso impide a los conductores poder observar los huecos y caen en ellos, o en su defecto se precipitan en el sitio donde se dañó la tapa de la boca de visita, lo cual causa un gran riesgo, aunado a los accidentes que han padecido ya los motociclistas”, narró.
Destruidas alcantarillas
Un problema, catalogado como crónico por los mismos residentes de la zona, tiene que ver con el funcionamiento de las pocas alcantarillas que existen, las cuales -señalan- no prestan el servicio para el cual las instalaron, ya que la totalidad de ellas están destruidas y, en otros casos, inservibles, aunado a la estela de huecos que se han formado alrededor de ellas y que dejan al descubierto un sombrío panorama en cuanto a la movilidad por el sector.
Pablo Rodríguez