Regional

Carretera Trasandina en la zona de Palo Gordo sobrevive a la indiferencia de todos los gobiernos

19 de julio de 2018

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En algunos sitios, los mismos habitantes rellenan los huecos con arena y cemento, para aliviar el paso de vehículos (Foto/ Tulia Buriticá)

Cuando se inauguró la carretera Trasandina, obra de gobierno del Benemérito Juan Vicente Gómez en 1925, la entonces moderna vía de 1269 km se consideró una de las obras de ingeniería vial más importantes de América. De hecho fue así, por la exigencia del trabajo hecho.

Pero lo más importante de la dicha arteria, no era eso, precisamente, sino su logro: Sencillamente ponía en contacto la que entonces era la siempre olvidada región andina, en particular el Táchira, con el resto del país. En la época alguien escribía que era mucho más fácil contactar y comerciar con Bogotá, e incluso con Estados Unidos, que con Caracas.

Hoy sin embargo, a casi cien años de la inauguración, la Carretera Trasandina, sigue cumpliendo su objetivo, que ahora, fundamentalmente, es la conexión de los sectores de producción agropecuaria de la zona norte del Táchira, con los mercados de la propia San Cristóbal, y los del resto del país.

Pese a esa importancia, la vía está en un considerable estado de abandono, en particular el tramo entre Sabaneta, Arjona y Palo Gordo, en la parroquia Amenodoro Rangel Lamus, del municipio Cárdenas, dentro de lo que se considera Área Metropolitana de San Cristóbal. Ello afecta seriamente la movilidad, dado que adicionalmente, es esa zona una vía para el tránsito urbano, para el desplazamiento vehicular cotidiano, atendiendo que en dicha parroquia, habitan cerca de 30 mil personas, (para el censo 2011 habían 22 mil).

La zona, según algunos conductores que se desplazaban por la vía cuando Diario La Nación observaba su lento movimiento para sortear los baches inmensos, está abandonada desde hace muchos años. Aquí ningún gobierno se ha preocupado por esta situación, pese a lo importante de la vía, dijo Luis Barrientos quien iba con su esposa. Ni siquiera “remienditos”, agregó.

Jesús González dijo que el gobierno no recuerda la vez, hace pocos años, en el gobierno de Vielma Mora, que se afectó el viaducto de la autopista en Táriba, y el tránsito todo tuvo que desviarse por la Trasandina. Se desplazó por esa vía, porque es la única alternativa. Fue un caos total. Nunca se sabe cuándo, Dios no lo quiera, pueda volver a ocurrir algo semejante, y la cosa va a ser peor porque la vía está intransitable.

¿A quién le compete?

La Carretera Trasandina, comienza desde la avenida Carabobo, por la avenida Guayana, y llega hasta la zona industrial de Paramillo, en un tramo que es prácticamente una vía urbana. Por esta razón se entiende que la alcaldía de San Cristóbal tiene que ver con su mantenimiento.

Luego, desde la zona industrial, continúa para Palo Gordo (Cárdenas), y Cordero (Andrés Bello), por lo que también se le asigna responsabilidad a esas alcaldías. La vía sigue desde Cordero, conectando San Cristóbal con El Zumbador, El Cobre y La Grita, hasta entrar a Mérida por lo que algunos creen que es competencia de la Gobernación. Y desde Mérida, la Trasandina, como sabemos, sigue rumbo a Caracas, por lo que, realmente, tiene dimensión de vía nacional. Corresponde al Ministerio de Transporte.

Pero ningún organismo asume responsabilidades. Ninguno se interesa. Y solo cuando es extremadamente necesario, llenan de escombros, o arena, como lo hicieron hace ya como siete años, dijo Rodolfo Ramírez, un usuario permanente de la vía, ya que vive en el sector.

Muchos vecinos incluso rellena con la misma basura que otros van lanzando a los lados de la carretera. Justo en sitios donde incluso se aprecia una fractura del terreno, que muestra un deslizamiento, el cual, si no se atiende a tiempo, va a provocar una falla de borde bastante grave.

Los usuarios reclaman atención de la vía. A la entrada de Palo Gordo, insistimos, un área densamente poblada, hay huecos que afectan seriamente la movilidad, tomando en cuenta que es una vía que usa el transporte de pasajeros que se desplazan entre ese sector y San Cristóbal, a través de las líneas Intercomunal, 21 de Mayo y Comixtach y Transtáchira.

La comunidad espera que, sea el gobierno nacional, la gobernación o la alcaldía, le metan la mano a la carretera trasandina. Y eso espera desde hace años.

Humberto Contreras