Regional
Moronta en la Virgen de los Ángeles: “Frente al desconsuelo y la desesperanza, podemos y debemos ser como María”

Daniel Pabón

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(La Grita).- Preocupados y perseverantes. “Frente al desconsuelo y la desesperanza, podemos y debemos ser como María”, emplazó el obispo de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, durante la misa pontifical por la 439° fiesta patronal de Nuestra Señora de los Ángeles, la también milagrosa madre del Santo Cristo.

Revestido con ornamentos azules y blancos, como revestida estuvo toda La Grita con la bandera de su patrona en las calles, Moronta empezó su homilía recordando dos episodios del Evangelio: el Niño perdido y hallado en el templo y el calvario a los pies de la cruz.

El prelado propuso a una iglesia neogótica llena, con feligreses incluso de pie, contemplar las actitudes de María a partir de ambos acontecimientos: su preocupación por Jesús, cuando no lo hallaban, y su perseverancia, al confiar en su resurrección. “Hagamos nuestras estas ideas. Estar preocupados por Jesús y, en esa preocupación, conocerlo y guardar todas estas cosas en el corazón”, vinculó.

Preocupados y perseverantes, invitó a dar consuelo a los padres y familiares de los hijos que se van a otros países. Y, al cierre de su predicación de 30 minutos, recomendó al pueblo poner todo en común para que nadie pase necesidad, como dicen las escrituras.

La Virgen de los Ángeles, una advocación que se venera en La Grita desde hace 439 años, cuando el valle apenas tenía tres de fundado, lució radiante, entre un jardín de coloridas flores. No solo en sus manos llevaba una pequeña banderita de Venezuela, que luego quedó cubierta por unas orquídeas; también sobre ella colgaba un gran tricolor nacional, mientras que el frente del altar mayor estaba tapizado por otro jardín de flores amarillas, azules y rojas. Muchos, en sus intenciones, le encomendaron el país y sus necesidades.

Al cierre de la eucaristía, que animaron las voces blancas de la Coral Parroquial, el obispo convocó a decenas de bebés y niños, la mayoría vestidos como angelitos para la Virgen, con la intención de bendecirlos, al igual que a mujeres embarazadas. “¡Sí a la vida, no al aborto!”, invitó monseñor a desplegar como consigna en avisos por toda La Grita.

La familia que es prioste de la Virgen desde el siglo XIX y el comité profestejos agradecieron la colaboración del equipo humano que hizo posible una fiesta patronal con tanta gala para la Señora de los Ángeles. Igual de agradecido se comportó el pueblo, que levantó altares en los frentes de sus casas para ver pasar, al atardecer de este jueves de júbilo mariano, la solemne procesión con imagen de la patrona de los gritenses.

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