Que el Táchira es “tierra santa”, proclamó la gobernadora Laidy Gómez desde Táriba. Al presidir la representación de la administración regional en la Consolación, consideró que Venezuela tiene que observar la fe y la devoción de este estado y sobre todo la unidad -su palabra clave en esta jornada- que caracteriza sus dos grandes fiestas patronales.
Dejando ver su embarazo, como otras tantas mujeres en gestación que también rezan a la Madre de Jesús, Gómez sostuvo que este acto de fe y devoción del pueblo tachirense también es un mensaje para el Gobierno y los sectores radicales de la oposición.
Aplaudió la idea de dejar de creer que vendrá “un mesías”, o que con violencia se logrará tener un país mejor. Nada de eso. “Lo que necesitamos”, diferenció antes de la misa, “es aliviar los abusos del Gobierno nacional y el radicalismo de sectores de la oposición”.
A la Consolación, la primera autoridad del estado pidió que les dé humildad y bondad para entender que la prioridad es ayudar al hermano, a pesar de controversias y diferencias. Invitó la mandataria a pasar de la promoción de la crisis a la atención de la crisis.
Como “valor agregado”, Gómez destacó el operativo articulado que inició desde la madrugada del miércoles entre todos los organismos de seguridad y prevención de los ejecutivos regional, municipal y nacional. “Estamos demostrando que sí se puede trabajar por el bien común. Para servir, tenemos que desprendernos de colores partidistas”.
Y, en la celebración religiosa, lo predicaron con el ejemplo: cerca, juntos como hermanos, se sentaron en primera fila la gobernadora Gómez, su tren directivo, el alcalde anfitrión de Cárdenas, Richard González, y la ex secretaria de gobierno de la gestión regional anterior Miriam Febres, hija de Táriba y también peregrina.
Por unas vías que estuvieron limpias para la peregrinación, a diferencia del resto de la capital, también caminó hasta la basílica el alcalde de San Cristóbal, Gustavo Delgado.
Temprano, la gobernadora había rezado en el templo, luego esperó paciente la misa y se tomó fotos con quien se lo pedía. Después del oficio religioso, Gómez acompañó al Concejo del municipio Cárdenas a una sesión solemne. “No estoy aquí para perpetuarme en el poder, aquí todos estamos para trabajar y hacer que nuestra sociedad vuelva a ser demócrata para el servicio del pueblo”, explicó allí.
El legislativo de Cárdenas, presidido por Naudy Corona, otorgó a Laidy Gómez la condecoración Dr. José Ignacio Cárdenas Paz. (DP)