Internacional
La muerte de un comerciante desató ataque a venezolanos en frontera con Brasil
19 de agosto de 2018
La ira se desató en un grupo de pobladores de Pacaraima municipio brasileño ubicado al noreste del estado de Roraima, en la frontera con Venezuela.
De acuerdo a informaciones preliminares presuntamente cuatro venezolanos habrían dado muerte un trabajador del comercio en la localidad que se encuentra 250 km de la ciudad de Boa Vista, capital del estado de Roraima, y a 20 km de Santa Elena de Uairén en Venezuela.
Las personas tumbaron ranchos improvisados donde dormían un grupo de venezolanos, quemando sus carpas y obligándolos a desalojar la zona.
De acuerdo a testigos que presenciaron los ocurrido, la policía Federal del país amazónico accionó para controlar la situación de orden público mientras que los militares venezolanos tuvieron que cerrar el paso en la frontera.
Tensión en la frontera
La ciudad fronteriza de Pacaraima, en el norte de Brasil, vive momentos de tensión este sábado con un enfrentamiento entre locales e inmigrantes venezolanos cuyos campamentos improvisados fueron destruidos e incendiados.
El tumulto comenzó en la mañana, luego de que un comerciante resultara herido en la madrugada y sus familiares responsabilizaran a los venezolanos que en el último año han intensificado su presencia en la ciudad.
Decenas de locales, en retaliación, atacaron los dos principales campamentos improvisados de los inmigrantes y quemaron sus pertenencias.
La fuerza de tarea que opera en la región para atender el flujo migratorio de los venezolanos confirmó las informaciones y apuntó que el comerciante herido fue auxiliado y se encuentra estable en Boa Vista, capital del fronterizo estado de Roraima.
Un habitante de Pacaraima contó a la AFP que el enfrentamiento comenzó desde temprano, luego de que se corriese la voz sobre el ataque al comerciante. “Él es conocido, es un vecino, y hubo indignación cuando se supo del robo. La gente comenzó a expulsar a los venezolanos que estaban en el centro, obligándolos a regresar a su país”, dijo en condición de anonimato.
Videos enviados por habitantes de la pequeña Pacaraima muestran episodios del enfrentamiento, que concluyó antes del mediodía. Las calles aledañas a la frontera quedaron llenas de escombros y sin transeúntes. Los comercios permanecieron cerrados.
“Fue terrible, quemaron las carpas y todo lo que había adentro”, contó a la AFP Carol Marcano, una venezolana que trabaja en Boa Vista y que estaba en la frontera volviendo de su país. “Hubo tiros, quemaban cauchos”, dijo.
Marcano precisó que algunos venezolanos reaccionaron al ataque y destruyeron un carro con placas brasileñas. Ella, sus acompañantes y otras personas se refugiaron en los puestos de control del lado venezolano.
A pesar del enfrentamiento la frontera permaneció abierta, confirmó la fuerza de tarea a la AFP. El equipo multidisciplinario, compuesto por las Fuerzas Armadas de Brasil y organizaciones civiles y no gubernamentales, repudió los actos de violencia en un comunicado.
Otro vecino brasileño dijo que los locales temen que los venezolanos “vuelvan para vengarse” del ataque.
Desde hace tres años miles de venezolanos cruzan la frontera terrestre hacia Brasil debido a la intensificación de la crisis económica, política y social en su país.
Según autoridades regionales, Pacaraima, con unos 12.000 habitantes, tiene cerca de mil inmigrantes en situación de calle. Los vecinos denuncian el aumento de robos e incidentes violentos, que atribuyen a los venezolanos, en tanto que la gobernación alega falta de recursos para atender la situación y pide el cierre de la frontera.
La ciudad brasileña más cercana es Boa Vista, capital del estado de Roraima, ubicada a unos 215km. Allí viven unos 25.000 venezolanos, según cifras oficiales.
La Policía Federal, encargada del trámite migratorio en Brasil, estima que unos 500 venezolanos cruzan a diario hacia Brasil. El pico de este año se alcanzó en enero, cuando el número osciló entre 900 y 1.200 personas.
A la fecha, once refugios operan en Boa Vista y Pacaraima, que albergan a más de 4.000 venezolanos, incluyendo más de mil indígenas warao, originarios del norte de Venezuela.
En el primer semestre de este año, 56.740 venezolanos buscaron legalizar su situación en Brasil solicitando refugio o residencia temporal.