Regional
Intransitables toda la vialidad de Barrancas y Riberas del Torbes
14 de septiembre de 2018
El estado de la vialidad hacia las comunidades de Barrancas y zona industrial de Riberas del Torbes, en el municipio Cárdenas, es ya casi indescriptible a causa de la gran cantidad de huecos, fallas de borde y alcantarillas colapsadas. Situación que incide directamente sobre la movilidad de automotores.
Los daños en estos dos ejes viales, no son nada nuevo, pues pese a tratarse de áreas con gran concentración de comercios, empresas y microindustrias, estas han sido destruidas progresivamente por el transporte de carga, pero sobre todo por la falta de mantenimiento por parte de las autoridades municipales.
Transitar en cualquier vehículo por ambas vías, es someter el automotor a daños de todo tipo, sobre todo en las autopartes de amortiguación, ello a causa de la elevada cantidad de huecos, cárcavas y alcantarillas que a cada metro se encuentran en estado deplorable.
Solamente en la vía a Barrancas en escasos 500 metros de vialidad, fugas de agua han causado que la carretera sufra severos daños, incluso de huecos que se extienden a ambos canales de la arteria, aunado a la presencia de aguas, ellas de aparente origen residual que destilan olores nauseabundos que suelen ser insoportables a los transeúntes.
Pero si se trata de huecos, no queda exenta la vía a Riberas del Torbes, la cual tiene un panorama similar, a lo que se le debe sumar el daño de las alcantarillas, en las que se puede apreciar que no son funcionales, ello por la cantidad de sedimentos y basuras acumuladas.
Transitar por cualquiera de estas vías, es conocer que no sólo en la capital tachirense las calles se encuentran destrozadas, sino también que en los municipios metropolitanos la situación en materia vial es similar o en casos, peor, con lo cual se deja sentado que poseemos las peores vías del occidente del país.
Maleza tomó las aceras
A causa del abandono gubernamental que ha ocasionado que la vialidad esté completamente colapsada, también surge el contratiempo de la inutilización de las aceras para el uso peatonal, las cuales no son transitables por la abundante vegetación que las invadido.
En casi la totalidad de las aceras que conducen hacia Barrancas, la maleza llega a tener de altura hasta dos metros, lo que obliga a los peatones a lanzarse a la vía, ello con el peligro que sean arrollados por cualquier automotor.
Pablo Eduardo Rodríguez