l sábado 15 de septiembre de 2018 se cumplen cien años del fallecimiento del capitán José de Jesús Sánchez Carrero. Para las nuevas generaciones es importante nutrirse con las gloriosas gestas de aquel emblemático representante de la estirpe andina. Al estallar la primera guerra mundial se inscribe en la Legión Extranjera Francesa y defiende la libertad bajo las banderas de los aliados. Allí demuestra denuedo, arrojo y valor, poniendo en lo más alto la hidalguía y el linaje propio de los hijos de Venezuela. En la ficha de inscripción aparece como nativo de Pregonero, con fecha del 20 de julio de 1883. El impetuoso militar se siente tachirense de corazón. De hecho, se forma y crece bajo el amparo y la calidez propia de la familia y la tierra uribantina. Investigaciones posteriores, adelantadas por el periodista Albino Sánchez Mora, permiten ubicar la partida de nacimiento en Guaraque, estado Mérida. El documento establece el 9 de noviembre de 1879 como fecha de nacimiento oficial. La identidad raigal como tachirense y el vínculo natal como merideño se complementan en el alma de aquel andino universal.
El capitán Sánchez Carrero cae mortalmente herido en combate el 15 de septiembre de 1918.
Paradójicamente, faltan pocas semanas para la firma del armisticio y el posterior cese de hostilidades entre los bandos en pugna. Así son los imprevisibles azares del destino. La muerte representa el paso definitivo hacia la trascendencia, a partir de la trayectoria, las acciones y obras dejadas como legado de honor para la posteridad. La sangre del héroe se derrama sobre suelo francés en Le Moulin des Laffaux. Los restos se depositan en el cementerio D’Ambleny. Pero el recuerdo del joven militar venezolano se mantiene vivo en los anales y la memoria andina. La pasión por la carrera de las armas comienza en el Táchira, cuando se adhiere al ejército restaurador del general Cipriano Castro. Llega a ser edecán de Gómez y alcanza el grado de Coronel. Posteriormente, enferma y viaja a Suiza a recuperarse de una enfermedad. Allí lo sorprende el estallido de la I Guerra Mundial. Hace gestiones para ingresar a la Legión Extranjera con el grado de teniente y asciende a capitán con base en las acciones de combate.
El centenario de la muerte de José de Jesús Sánchez Carrero tiene poca repercusión en los escenarios públicos actuales, marcados por la polarización política. Pero las gestas del héroe andino palpitan en la memoria de los pueblos cordilleranos. La grandeza de los seres humanos trasciende los egos y se afinca en pilares de orgullo, a partir de los cuales se construye el imaginario social de la comunidad. Guaraque y Pregonero comparten relaciones de vecindad e integración desde siempre. Son dos pueblos hermanados por afinidades comerciales, geográficas, culturales y humanas. Bajo los aleros de aquellos solares campestres se forja la estirpe del guerrero. Ayer como hoy se rinde testimonio de honor al militar abatido en los campos franceses. Las luchas actuales de la humanidad se enfocan en la búsqueda de la paz. Hace un siglo, el hijo de los Andes entrega el alma en defensa de la libertad mundial. Más allá de los monumentos y las celebraciones, a Sánchez Carrero se le recuerda por el compromiso y valor en defensa de los ideales. Estos pueblos modestos lo exaltan como un héroe… [email protected] /José de la Cruz García Mora