La Sociedad Venezolana de Salud Pública ha advertido sobre el aumento considerable de diarreas agudas infecciosas en niños y adultos de nuestro país, citando como causas fundamentales: el silencio informativo epidemiológico oficial, las precarias condiciones sanitarias, la mala calidad del agua de consumo, las pésimas condiciones de los servicios públicos, la higiene personal deficiente y el empobrecimiento de la población, que ha obligado a muchos a consumir en basureros y contenedores.
En este sentido, la Dra. Elcide Roa, gastroenteróloga del Centro Clínico San Cristóbal, explicó que las diarreas agudas infecciosas en niños y adultos se han incrementado notablemente. “En Venezuela estamos atravesando una situación bastante preocupante, al vivir bajo condiciones higiénicas y ambientales paupérrimas”.
Según dijo, inciden en este incremento la recolección de basura no apropiada, las condiciones inadecuadas del agua de consumo, deficientes medidas higiénicas e inapropiada manipulación de alimentos. “No llega el agua y la comunidad la almacena en condiciones no óptimas. No la hierven, porque no tienen gas, es un problema muy serio”.
Igualmente, refirió que la situación es muy grave, si se toma en cuenta que estos procesos infecciosos se trasmiten por agua y alimentos contaminados y también se contagian de una persona a otra, como resultado de una higiene deficiente.
Resaltó que, a todas estas condiciones nocivas para la salud, se une el problema de la escasez y carestía de los alimentos, lo que ha llevado a las personas a comer de la basura, situación muy grave que aumenta los riesgos a contraer diarreas infecciosas.
Por otro lado, argumentó que desde hace meses no se consiguen medicamentos para la diarrea, no hay antiparasitarios, antibióticos y probióticos, “las personas pasan sus cuadros diarreicos infecciosos a la mano de Dios, su salud se va deteriorando y aparece la desnutrición”.
“En los niños con diarrea la desnutrición es muy grave, y en los adultos, estamos observando que, con diarrea o sin diarrea, por la deficiente dieta que se está consumiendo, muchas personas han bajado más de 10 kilos en 1 año”.
Destacó que se habla de diarreas agudas, cuando una persona presenta 3 o más evacuaciones líquidas en 24 horas, o una evacuación con moco, sangre y pus. “Si la diarrea es leve y el niño está activo, los padres pueden manejar el problema desde su casa, a veces mejoran con dieta y sin medicamentos”.
“Si el niño está inactivo y no come, es preferible buscar al especialista para que lo valore y decida si debe hidratarlo y hospitalizarlo. Si no tiene vómito, puede recibir tratamiento en su casa; si es un virus, de 24 a 48 horas pasa solo, y bajo ningún motivo automedicarse”.
Enfatizó que, es un síntoma de una infección del tracto digestivo que puede estar ocasionada por virus, bacterias y/o parásitos. Los más frecuentes en niños son: rotavirus, bacterias (salmonella, shigella, campylobacter, aeromonas y yersinia), parásitos (giardias y amibas) y los problemas dietéticos.
“La diarrea por rotavirus es cada día más habitual, su incidencia afecta a lactantes y niños pequeños, el virus puede sobrevivir horas en las manos y superficies sólidas, con capacidad de infectar hasta por varias semanas, es común el contagio en varios miembros de la familia, en colegios y en guarderías”.
Recalcó que las personas deben lavarse las manos con agua y jabón luego de hacer sus necesidades fisiológicas, cuando preparan o van a consumir alimentos o al cambiar los pañales a sus bebés. Tener óptimas condiciones de higiene en guarderías, ancianatos y cuarteles y en las casas donde tengan animales”.
Para prevenir las diarreas infecciosas -insistió- es prioritario el acceso al agua potable, tener buenos sistemas de saneamiento, buen tratamiento del agua de consumo, mantener en envases limpios y bien tapados los depósitos de agua, ingerir agua hervida, adecuada eliminación de la basura y buena limpieza en el hogar, sobre todo, en baños y cocina.
También recomendó la lactancia materna, con prácticas apropiadas, hasta los 4 meses de vida, la higiene personal, la adecuada alimentación, los programas de educación para la salud y la difusión sobre los medios de trasmisión de enfermedades infecciosas, así como la vacunación contra rotavirus.