Regional

Huecos y acumulación de aguas en la calle 6 del sector La Catedral

28 de septiembre de 2018

16 vistas

La gran cantidad de huecos en la calle 6, del sector La Catedral, comprometen la movilidad por esta zona de la capital tachirense. (Foto/Gustavo Delgado)

Los años de abandono por falta de mantenimiento en la calle 6, con carrera 3, en el sector La Catedral, han causado que la vialidad colapse casi por completo en esta zona de la capital tachirense, pues a cada tramo de la misma, son recurrentes los huecos, al igual que los drenajes, los cuales ya son obsoletos.
El mal estado de la calle se refleja en la gran cantidad de agujeros, muchos de ellos producto de la ¨escarificación¨, de la capa asfáltica, lo que denota que los mismos, han surgido por la degradación de la mezcla en la que se haya asentada la vía.
El deterioro de la carretera y según lo expresa Mónica Cárdenas: “Viene ocurriendo ya desde hace más de dos años, durante este período se han incrementado los daños, por lo que los huecos ya son muy grandes, lo cual incide directamente sobre la movilidad, ya que, por tratarse de una vía con mucho tráfico automotor, suele congestionarse, sobre todo en los horarios llamados pico, lo que amerita que se haga a la menor brevedad posible, un bacheo o reasfaltado”.

La obstrucción de los drenajes es una de las causantes de los daños a la vialidad en la calle 6, pues estas han degradado el asfalto.(Foto/Gustavo Delgado)

A lo largo de la calle y con la intersección de la carrera 3, los agujeros son numerosos y muchos de ellos suelen estar camuflados por el agua, dado que la falta de más drenajes provoca el anegamiento de la calzada con cualquier lluvia.
¨No sirven alcantarillas¨
Par quienes residen en este sector de La Catedral, y de acuerdo con sus informaciones, un factor que ha incidido de manera muy negativa para que se deteriore a pasos agigantados la vialidad, ello está relacionado con el colapso de la red de alcantarillas, las cuales están llenas de sedimentos y hasta de abundante grama.
Los tres drenajes de la zona, además de poseer daños en las rejillas y un latente peligro para los transeúntes, no sirven precisamente porque estos están colmatados de arena y grama, por lo que, con cada lluvia, la vía se transforma en un canal de aguas malolientes y putrefactas.

Pablo Eduardo Rodríguez