Regional

Asociación de ciegos reclama una sede para ser visibilizados por la sociedad

29 de septiembre de 2018

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José Alberto Marín, Sandra Valencia y Ruth Castañeda integrantes de la Asociación Tachirense de Ciegos.

Aunque encontrar una sede propia es su gran norte, múltiples son los retos que enfrenta la Asociación Tachirense de Ciegos y deficientes visuales.

Su actual presidente José Alberto Marín, e integrantes de la junta directiva Sandra Valencia, Delegada de Mujeres, y Ruth Castañeda, Secretaria de Relaciones Interinstitucionales, se refirieron a los mismos, teniendo en cuenta que las personas bajo tal condición física también les afecta la crisis.

Aunque en estos 13 años de existencia, la asociación siempre ha contado con una mano amiga de parte de la empresa privada, tales montos la inflación los redujo a nada.

Por supuesto, esa carencia financiera aunada a no contar con sede propia, limita las actividades de una institución que no solo se encarga de capacitar y motivar a todas las personas –sean asociadas o no- identificadas con la problemática, sino a sensibilizar a la sociedad en conjunto para que se ofrezca a las mismas un trato realmente humano.

Como nos explica José Alberto Marín, la idea es que en la sede se impartan de manera consecutiva –no ocasional- una serie de talleres acerca de independencia y movilidad, charlas motivacionales, tecnología braile e informática, ingreso a la universidad, manualidades, masoterapia, entre otros.

En la actualidad la asociación cuenta con 168 agremiados, y enfoca sus actividades a través de distintas comisiones como la de jóvenes, derechos humanos, mujeres y tercera edad. Fue inspirada por el músico tachirense Douglas Cacique, y atiende a todas las personas con esa discapacidad y a sus familiares estén agremiados o no.

Si bien obtener una sede propia, es casi una quimera tomando en consideración la crisis del país, la asociación está abierta a todas las posibilidades, incluso la de adquirir un inmueble en calidad de comodato. Durante estos años ha estado en una constante itinerancia operando en lugares como la Casa Sindical, la Biblioteca Pública Leonardo Ruiz Pineda, la Ueeb Torbes, entre otras.

Teniendo en cuenta que cada día, son muchos los propietarios que al irse de país, dejan solos sus inmuebles, bajo el temor de la expropiación o la invasión, la asociación se ofrece a su resguardo, sin jamás pretender hacerse de su posesión, ya que todo se haría bajo compromisos legales ineludibles. El al menos contar con esta sede en comodato podría ser de gran estímulo para la consecución de la sede definitiva. Esa propuesta también podría ser considerada por el sector oficial, que cuanta con tantos locales que no prestan utilidad alguna.

De otra parte, la Asociación Tachirense de Ciegos anunció que sus agremiados tocarán la puerta de muchas instituciones con el objeto de recaudar fondos, y estarán debidamente identificados, por lo que instan a no dejarse engañar por falsos representantes de la fundación. De otro lado advirtieron que no se están recibiendo ayuda por cuentas bancarias, y solo por la de la institución, que es la del Banco Sofitasa número 0137000523000 correspondiente al rif J-31452317-1.

Trato justo y humano

Por supuesto los incapacitados son víctimas de la compleja crisis en especial a lo que se refiere al transporte público. Aunque personas con calidad humana abundan, algunos choferes y sus ayudantes marcan la nota discordante pasando por alto su condición especial, y cobrándoles en rutas urbanas el pasaje completo cuando hay leyes que los amparan.

Ciegos y personas con limitación visual denunciaron que muchas busetas no se paran cuando ven que alguien lleva un bastón.

Hicieron un llamado a la sociedad para que nuestra estresante realidad no sea pretexto para ahogar la solidaridad entre los seres humanos. Piden encarecidamente que colaboren con los ciegos cuando sean vistos en las calles, y que sean abordados con preguntas cuando se les vea en una unidad de transporte, para saber a dónde se dirigen. Muchas personas con discapacidad visual verdaderamente no cuentan con el dinero para pagar un pasaje completo, pues son de muy bajos recursos económicos Recordaron que la ceguera no es una enfermedad infectocontagiosa, por lo que no hay pretexto para no abordarlos y brindarles una mano amiga.

Para mayor información sobre la Asociación Tachirense de Ciegos están disponibles los teléfonos 04164167893, 04143976887, 04247326501.

Freddy Omar Durán