Regional
“Este Gobierno hambreador pretende borrar de un plumazo las contrataciones colectivas”
5 de octubre de 2018
“Vemos con estupor como este régimen hambreador, mentiroso y corrupto pretende borrar de un plumazo las contrataciones colectivas, al colocar en sus locas medidas económicas una tabla salarial que aplana los ingresos y desconoce la profesionalización, la antigüedad y los méritos que da la mística de trabajo”, denunció el dirigente regional de UNT, Jesús Báez.
Sostiene que este es un golpe certero a una lucha de más de 70 años de los ciudadanos venezolanos, “vaya que le costó sangre, sudor y lágrimas. Desde la espontaneidad de la huelga petrolera de Mene Grande en Julio de 1925 donde los trabajadores registraron su primera confrontación contra las transnacionales petroleras logrando un aumento de 2 Bs, hasta la firma del primer contrato colectivo en Junio de 1946”.
—Luego en 1958 cuando se instaura la democracia civil en Venezuela agarra fuerza las contrataciones colectivas como medio de negociación entre patronos y empleados, llegando a su clímax en el año 1980 donde se firman la mayor cantidad de contrataciones colectivas para el bienestar clase trabajadora de Venezuela-, dijo.
Según Báez, ahora estos señores que están en Miraflores pretenden desconocer tantos años de lucha y logros de clase obrera del país y que esta enmarcado en nuestra carta magna del año 1999, aún vigente. Se hace llamar el presidente obrero y se llena la boca diciendo que fue un chofer de bus pero ataca frontalmente a la clase obrera que es la mayor beneficiada de las contrataciones colectivas y los diferente trabajadores y profesionales de sectores de producción del país, como también los profesores de la educación media y superior que se ganaron con tanta dedicación y esfuerzo, desde los mismos tiempos de dictaduras y luego democráticos.
—No estamos dispuestos a perder lo que por ley moral nos pertenece y nos heredaron las generaciones que nos antecedieron, nuestros ancestros, nuestras leyes son claras los derechos laborales son irrenunciables-, aseveró.
Augusto Medina