Con la detención arbitraria del diputado Juan Requesens la dictadura que hay en Venezuela demuestra que no existe el debido proceso, y por ende, tampoco un estado democrático.
A Juan lo tienen incomunicado, encerrado en una celda en la sede del Sebin, y sus familiares y su abogado no han podido verlo para saber si su estado de salud fisíca y psicológica se encuentran estables.
No se puede estar de acuerdo cuando la quitan el derecho a la libertad a un hermano venezolano, no se le puede dar la espalda al secuestro de ideales y pensamientos hacia el querer un mejor país, con mejores condiciones sociales, económicas y políticas. Ninguno de nosotros puede quedarse tranquilo cuando la Dictadura en Venezuela está coaccionando cada vez mas, al libre pensar.
Un gobierno violador de Los Derechos Humanos no merece el reconocimiento internacional por parte de ningún país, niños mueren cada día por desnutrición, miles de venezolanos ingresan a las morgues del país por distintas razones pero todas radican de las malas acciones y descontrol que el gobierno sembró desde Chavez, y la cosecha está saliendo a flote pero mala.
Andrea Cortés