De manera sostenida y a pasos agigantados, la vialidad, así como algunos tramos del muro de La Guacara, sufren el deterioro de manera acelerada, a causa de la fractura de la capa asfáltica, producto de la permanencia de aguas que han socavado ya una parte de esta estructura.
Los daños en la vía, se han trasladado al muro, el cual sufre de manera reiterada los efectos derivados de las aguas y una aparente erosión de la pared interna de la misma estructura, pues las grietas que se han formado, permiten observar hasta la estructura de cabillas con la cual se erigió esa obra.
Aunque a simple vista no se aprecia los daños que sufre el muro, al efectuarse una evaluación minuciosa, se observa que en algunos puntos los socavamientos y hundimientos de la placa de cemento, alcanza hasta medio de profundidad, por lo que es previsible que los daños aumenten a medida que la zona siga siendo permeada por aguas de origen natural o de lluvia.
Ya en algunos sitios de la vía, así como en el propio muro, las cárcavas y huecos son de grandes dimensiones, por lo que se ha convertido en un potencial peligro, no sólo para los transeúntes, sino también para los conductores.
Parte de las barandas del muro, igualmente ya empiezan a mostrar los embates del tiempo y se observa fácilmente las cabillas que algún momento estaban recubiertas de asfalto, lo cual deja por sentado que el tiempo ha ocasionado serios daños en la estructura.
Pablo Eduardo Rodríguez