Desde el punto de vista de la historia proceso es totalmente un anacronismo pretender aplicar las lecturas revisionistas desde historia actual a la construcción simbólica.
Desde la época de los faraones se borraba los nombres y símbolos para imponer los nuevos. Pero después de 4 mil años se siguen analizando para comprender la historia total. La historia en migajas ha demostrado ser incompleta.
Un poco eso sigue sucediendo en muchos contextos. No por derribar a la imagen se Cristóbal Colón se reivindica el genocidio histórico. Recientemente de derribó en California una imagen de Colón supuestamente con ese fin. Yo pensé que cuando se derribó la estatua de Colón en Caracas, había sido por la poca comprensión de la historia total del gobierno de turno. Pero cuando leo que ayer se hizo lo mismo en EEUU, no cabe duda que estamos en tiempos escatológicos de los enterradores de símbolos. No por derribar a Colón se hace honor a los caídos, al revés se niega una historia que es parte de la Nueva Historia. En Mérida, Venezuela, se escondió la ecuestre del fundador Juan Rodríguez Suárez, y no por eso se ha recuperado más la historia de los naturales habitantes. Somos una mezcla, un mestizaje cultural y étnico; más bien, con esa actitud se alude a instintos parricídas más que a la justicia histórica.
En La Grita derribaron el busto del fundador en la plaza Francisco de Cáceres, pero no por eso se recuperó más la conciencia de los Humogrías, los antiguos naturales. Al revés, La Grita, parece ahora un pueblo fantasma, donde se impuso el instinto tanático, destruyendo parte de lo que somos, un mestizaje.
No mejora mucho borrar la historia del tiempo estructural para imponer la coyuntural. La mentalidad no cambia por cambiar los símbolos, más bien mantenerlos y realizar las lecturas críticas ayudan más. La mentalidad es lo último que cambia, y eso lo ha demostrado la historia. (Le Goff) la historia del holocausto no destruyó a Auschwitz, el campo de concentración de Auschwitz, simbolismo del Holocausto o Shoah; los museos del holocausto tienen un sentido de moraleja viviente. Tan pronto termino la II Guerra Mundial se llevó al pueblo alemán para vieran lo que los nazis habían hecho y no se ocultara la verdad.
(José Pascual Mora García. PhD. Profesor Titular Emérito
Universidad de Los Andes Táchira)