El propio Krähenbühl se había referido a este donativo el 19 de noviembre, cuando dijo que Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait se habían comprometido a donar a su agencia 50 millones de dólares cada uno.

Entonces señaló también que la UNRWA había logrado reducir su déficit presupuestario de varias decenas de millones de euros gracias a contribuciones de la Unión Europea y de países del Golfo.

“Todos ustedes son conscientes de cuán difícil ha sido este año para la UNRWA, sobre todo después de la decisión inesperada de Estados Unidos de amputar el presupuesto [de la agencia] de 300 millones de dólares”, declaró en aquella ocasión.

A principios de 2018, la UNRWA anunció un déficit de 446 millones de dólares (390 millones de euros). Y los recortes estadounidenses agravaron aún más la situación.

“Después de todos los esfuerzos, toda la movilización durante el año (…) hemos reducido el déficit (…) a 21 millones de dólares”, subrayó Krähenbühl, que tildó este resultado de “muy alentador”.

Estados Unidos, tradicionalmente el mayor donante de la UNRWA, anunció en agosto que cortaba su financiación a la organización.

La administración Trump criticó la manera en que la agencia de la ONU opera y calcula el número de refugiados palestinos, y denunció el carácter “sesgado” de sus actividades.

Además, decidió anular más de 200 millones de ayuda destinada a Cisjordania ocupada y a la Franja de Gaza, es decir casi la totalidad de los fondos inicialmente previstos para los palestinos para el año fiscal 2018.

La UNRWA proporciona ayuda a los palestinos que fueron expulsados de sus casas o tuvieron que huir como consecuencia de la guerra árabe-israelí de 1948, así como a sus descendientes.

Israel y Estados Unidos se oponen a que los palestinos puedan transmitir el estatus de refugiado a sus hijos y desean reducir el número de personas que se benefician de la ayuda de la UNRWA, lo que los palestinos denuncian como una violación de sus derechos. AFP