Sucesos
En colegio español se quejaron por el traslado del fraile Agencias
7 de diciembre de 2018
El repudio y la indignación causados por la detención del sacerdote Iván Merino Padial siguen creciendo en Maracaibo. Merino — de la orden de los Agustinos Recoletos— fue detenido cuando cometía actos lascivos con una niña de 12 años.
Merino llegó a Venezuela hace unos tres años y ese es el mismo tiempo que según la menor llevaba realizando los abusos sexuales, recogió una nota informativa de la Fiscalía General de la República.
El fraile estaba a cargo del templo a María Inmaculada, ubicada en la urbanización El Naranjal. Vino de España, donde laboró en el colegio Santo Tomás de Villanueva, perteneciente a la orden de los Agustinos Recoletos.
Conocido el escándalo de la detención, ocurrida el 24 de noviembre pasado, la institución difundió entre los padres un comunicado en el que pidió “perdón”, reprobó y condenó la “conducta impropia” de Merino Padial.
Fue profesor en el centro entre el 2011 y 2015, cuando la orden lo destinó a Venezuela, donde dejó buen recuerdo y, desde luego, ninguna sospecha de cualquier conducta inapropiada con los menores, reseñó el portal español Ideal.
El actual director del colegio, José María Sánchez, dijo que no llegó a coincidir con el arrestado. Para los padres y los alumnos era “muy querido”, hasta el punto de que hubo quien manifestó su desacuerdo con el traslado del docente.
Impartió la asignatura de religión y trabajó en labores de la pastoral de Agustinos. “El traslado a Venezuela respondió a una cuestión organizativa de la propia orden, que necesitaba personal en Venezuela”, según el director.
En Motril, donde nació Merino Padial, y desde el citado colegio se asegura que no había “ninguna sospecha” ni tienen constancia de denuncias en España. Tampoco de quejas sobre el docente a nivel del centro.
El director del centro Santo Tomás de Villanueva manifestó al portal español Ideal la “sorpresa total y conmoción” que la noticia ha provocado entre la comunidad educativa y el “rechazo total”.
El caso se hizo más polémico con la difusión de un video en el que Merino admite que estaba con la niña. Un hermano abogado, José Merino, expresó que esa declaración había sido bajo asedio. Las fotos del fraile y la niña también se hicieron virales.
En el portal de El Pitazo, hace unos días, se reseñó que el hermano y la madre del sacerdote le dieron “Me gusta” a más de una docena de fotografías que la menor publicó en una de las dos cuentas de Instagram que manejaba.
José Raúl Merino Padial, abogado, de las 67 fotos que subió la niña en la cuenta le dio “Me gusta” a 31, sin que la joven lo hubiese etiquetado.
Felisa Padial Guerrero, madre, también es seguidora de la cuenta de la víctima y le otorgó “like” a 20 posts. En ninguna de las publicaciones la menor la etiquetó, afirmó el citado medio. (Cortesía del diario Panorama)