Sucesos
Mirandino pidió perdón al confesar crimen de su exnovia y dos niños en Perú
20 de diciembre de 2018
El mirandino Jimmy Manfreddy García Castillo, de 34 años, dijo estar arrepentido tras confesar ser el autor de la muerte de su exnovia, Helen Michell Hernández Zavaleta, de 20 años, y de los dos hijos de ella de 3 y 4 años -todos venezolanos- durante la madrugada del domingo, dentro de una habitación que alquilaban en una vivienda de la cuadra 4 de la avenida Niños Mártires, en el distrito de Independencia, Perú.
El venezolano confesó a la Policía que degolló a su novia y mató a los infantes, pero no se han conocido más detalles sobre el motivo que lo llevó a cometer el atroz hecho, pero se especulan razones pasionales. Dos meses antes habían terminado la relación, él insistía en continuarla.
Mientras era trasladado a otra sede de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), reiteró a la prensa peruana, que aguardaba por él a las afueras de la comisaría, que estaba arrepentido.
Antes de conocerse su participación en el triple asesinato, en sus primeras declaraciones, García aseguró que la noche del sábado se había retirado de la habitación, pero que la mujer y los niños seguían vivos.
Había alegado que él y su exnovia recibían constantes “amenazas de muerte”, pero no precisó de dónde provenían las mismas, por lo que las autoridades lo consideraron el principal sospechoso y lo detuvieron.
Los cadáveres fueron encontrados por la madre de la venezolana dentro de la habitación.
La chica fue brutalmente asesinada de varias puñaladas en el pecho, cuello y abdomen; los niños fueron degollados mientras dormían.
Tras el hallazgo de los cuerpos, Jimmy llegó al lugar de los hechos y mostró conmoción. Fue solidario con la desconsolada madre y además participó en las investigaciones policiales para dar con el paradero del asesino.
Al principio la madre de Helen ni sospechaba de la culpabilidad de Jimmy. Se inclinaba a pensar, principalmente, que fue el supuesto acosador peruano a quien el mirandino hacía referencia para desviar las investigaciones, asegurando que el desconocido la llamaba constantemente para amenazarla de muerte “le decía que si no estaba con él, no iba estar con nadie”.
La joven y sus dos pequeños hijos escaparon de la crisis que atraviesa Venezuela. Soñaban que en el Perú podrían hallar esa tranquilidad que tanto necesitaban, pero la muerte se cruzó en su camino y la madrugada del domingo se los llevó de la forma más violenta.
Los cuerpos de la joven y de los niños fueron trasladados a la morgue. Los familiares pidieron ayuda para el sepelio, así como asesoría legal y apoyo del Ministerio de la Mujer.
Miriam Bustos