Falcón | Dos meses sin agua en Santa Ana de Paraguaná
29 de abril de 2024
Algunos historiadores sostienen que durante el mandato de Herodes I El Grande, Rey de Judea del 40 al 4 año a.C, obsesionado por el poder y temeroso de perderlo en cualquier momento, relata la leyenda de los magos que anunciaron el nacimiento de un niño, el cual vendría a ser el Mesías y nuevo Rey de este territorio. De acuerdo al mito de los magos, acudieron guiados por una estrella aparecida por segunda vez y al salir de Jerusalen encontraron en sus afueras al niño, a sus padres, la Virgen María y San José. El hallazgo produjo en los visitantes alegría y adoración, así como hicieron regalos de oro, incienso y mirra.
Al conocerse esta noticia del advenimiento del niño Jesús, el Rey entró en cólera y ordenó de inmediato darle muerte. En seguida rodeó con su ejército a la ciudad de Belén y dispuso la muerte de todos los niños menores de dos años. De esta forma, pensó eliminar de insufacto al futuro Mesías. Según la fábula los magos mediante sueños recibieron una advertencia de Dios para que el recién nacido y sus padres no volvieran a Jerusalén y regresaran a su destino por otras vías. Esto produjo en Herodes mayor disgusto y represión. Las aseveraciones históricas sostienen que un angel avisó a San José para huir y dirigirse a Egipto. Al llegar los soldados al sitio, el niño Jesús estaba lejos de Belén. Tal situación dio motivo a los soldados del monarca para asesianar a todos los niños que existían en esa localidad. A partir de este lamentable y doloroso acontecimiento en contra de los menores de dos años de edad, ordenado por el Rey Herodes con la intención de matar al recién nacido Jesús de Nazaret con al finalidad de asegurarse que al considerado el Mesías no le arrebatara el trono que desempeñaba. Desde entoces lo afirma el evangelio de San Mateo, se conmemora el día 28 de Diciembre como “La Masacre de Los Inocentes” o el “Día de los Inocentes”. Por tal motivo, la Iglesia Católica recuerda ese masivo infanticidio de inocentes como una forma de honrar sus memorias.
Al transcurrir los años la solemninad de ese suceso luctuosos se ha desfigurado. En muchas partes del mundo, es costumbre ese día una serie de bromas a las personas. Así mismo, los medios de comunicación publican noticias cómicas e indican a su vez que es el Día de los Inocentes. En determinados casos las personas hacen bromas pesadas a sus semejantes. Sobre la costumbre se realizan bromas el Día de los Santos Inocentes, ciertos historiadores sostienen que para entoces era costumbre jocosa hay que remontarse a la fecha del nacimiento de Jesús. En ese orden, refieren que en las fiestas paganas de los romanos como la del sol invencible y las saturnales se practicaban un conjunto de bromas en las celebraciones. Así con los años esa loca costumbre de las bromas ejecutadas en los pueblos se hicieron cotidianas y luego los periodistas se apropiaron de las “fiestas de los Santos Inocentes”, al publicar noticias falsas y al final remataban con frases burlonas. Al rememorar el 28 de Diciembre, Día de los Santos Inocentes, el hecho trágico practicado por el Rey Herodes, que se creía Omnipotente en su cargo y temía la aparición del Mesías que podía amenazar su Reino, pidámosle al Todopoderoso nos evite repetir algo similar en la actualidad.
Alejo García Sierra / [email protected]
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