Hoy 28 de diciembre se celebra el Día de los Santos Inocentes, fecha cristiana que aún se mantiene en la memoria histórica de muchas personas y que además la humanidad le ha dado un toque jocoso, permitiendo gastar bromas y burlas sobre todo entre la misma familia.
Aún se recuerda en Venezuela, a pesar de la crisis económica que se vive; sin embargo, no con el mismo entusiasmo de hace unos años atrás donde cualquier situación que se vivía en este día era aprovechada para hacer caer en las personas, en situaciones que entre otras cosas causaban risa. Hoy en día se trata de una fiesta alegre y divertida.
No obstante, el Día de los Santos Inocentes es la conmemoración de un episodio del cristianismo: la matanza de los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes I el Grande con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.
En el Nuevo Testamento, San Mateo explica cómo unos sabios llegaron a Jerusalén desde Oriente y se presentaron ante el rey Herodes I el Grande. Iban en busca del futuro rey de los judíos que acababa de nacer, pues se había visto una nueva estrella sobre Israel que señalaba la llegada de un rey de reyes. Herodes, desconfiado y temeroso de perder su poder, pidió a los reyes magos que fueran en busca de este niño y volvieran para informarle de su paradero; pero el tiempo pasó y los sabios no regresaron.
Para acabar con el problema de raíz, Herodes envió a un grupo de soldados a Belén con orden de asesinar a cualquier niño menor de dos años que encontraran allí, asegurándose así de que el anunciado mesías, futuro rey de Israel, muriera. La matanza tuvo lugar el día 28 de diciembre y, para recordar a las víctimas, la iglesia Católica decidió instaurar esta fiesta como homenaje.
A lo largo de la Edad Media esta celebración dio un giro bastante importante, pues los monaguillos de la época comenzaron a celebrar este día con bromas, tradición que llegó a las familia y esta la razón por la cual este día en todo el mundo, la gente aproveche este día para hacerse bromas de todo tipo que terminan diciendo: cayó por inocente.
Una de las bromas más comunes y las más económica y recibir a un familiar o a un vecino con café al cual en lugar de azúcar se le echa sal… la cual en oportunidades se concreta porque que la gente ya ni se acuerda que es el Día de los Santos Inocentes; sin embargo, la gente también bromea utilizando puntos sensibles del ser humano, como el aumento de sueldo, precio de los pasajes por avión o determinados suceso de orden político y otro tema también manejado es el del fallecimiento de una persona reconocida.
Nancy Porras