Este artículo lo escribo sin saber a ciencia cierta que sucederá, hoy en la instalación de la Asamblea Nacional, para este periodo 2019-.2020; puede uno suponer los escenarios sobre los cuales se mueven. La incertidumbre y posibilidad de sufrir más decepciones está presente, por los resultados de la política que se ha implementado.
No obstante, quiero comenzar el año, demostrando, lo que he sostenido a lo largo de estos artículos y en mi programa de radio; el modelo es inviable, no se puede sostener en el tiempo; y ese tiempo llegó.
En 1998, Cuba, estaba echando las bases para un giro económico y abrir su economía; en razón a que estaban asfixiados económicamente. A pesar de los auxilios de la vieja URSS, que los mantenía, no pudieron desarrollar un modelo productivo. Si Cuba hubiese seguido el ejemplo de Rusia, hubiesen logrado el desarrollo que estos lograron posterior a su apertura. Con la llegada de Chávez al poder, su nuevo financista; pospusieron su apertura.
En diciembre del año que recién termina, la Asamblea Nacional cubana, modifico la Constitución. Mantendrán el modelo político, (Autoritarismo-Totalitarismo); pero modificaran el modelo económico, según se aprecia de lo aprobado.
El giro que pretende hacer Cuba, es, pasar de un totalitarismo hegemónico cerrado a uno abierto; y tratar de convertir a Cuba en un totalitarismo competitivo en lo económico; como esta por ejemplo Turquía.
Con esta aprobación constitucional, que someterán a referendo abierto por parte de la población para su aprobación final, están admitiendo que el modelo fracaso, y durante 60 años, vivieron en el fracaso, llevando a su sociedad a vivir en la miseria y el atraso como paradigma de vida.
Reconocen el papel del mercado en la economía; la inversión extranjera y el reconocimiento de la propiedad privada y con ello dar legalización a la pequeña y mediana empresa. Se permitirá la generación de riqueza.
Reconocen con la aprobación de la nueva Constitución en Cuba, exactamente lo que en Venezuela, la involución del socialismo del siglo XXI, quiere negar; y es el hecho de que llegamos a la miseria por un modelo inviable, que copiaron de los cubanos.
Se estima que este año pueden llegar a contarse 10 millones de venezolanos por fuera del país, a eso juega el chavimadurismo; y así, poder dar unos pequeños giros en la económica como lo hace Cuba, manteniendo el control hegemónico del poder político.
Nuestra lucha es por un cambio total, del comunismo a una democracia liberal; por ello la necesidad de estar atentos a las posturas y posiciones de sectores de oposición con pensamientos de izquierda, que queden tentados a participar de un modelo que los mantenga como dirigentes de “oposición” en el modelo hegemónico medio abierto, pero controlado como todo autoritarismo, por elecciones que solo los gobernantes ganan.
En Venezuela la crisis es de hambre, el régimen no tiene como sostenerse, y no tiene como sustentarse; no tiene dinero ni para ellos mismos. La crisis son los gobernantes. El cambio debe ser total.
Carlos Casanova