El precio del pollo oscila entre los seis mil y los ocho mil bolívares. Los vendedores de pollo afirman que a duras penas están vendiendo un 30 por ciento.
Aunque día a día tiene que soportar ser señalados como los principales responsables en la escalada de precios, los vendedores de pollos en los distintos mercados populares de San Cristóbal, se defienden diciendo que ellos son el eslabón más bajo de una cadena de distribución, y que en estos momentos aguantan la doble presión de lo exigido por los proveedores y las ventas que se han ido al piso.
De otro lado, también han criticado que los operativos de control de precios casi siempre se concentran en los puestos en los mercados populares, mientras que en otros establecimientos que vende a montos más elevados, sin que sobre ellos pese sanción alguna.
Declaran que esa persecución ha obligado a muchos puestos a mantenerse cerrados hasta por meses, viéndose obligados por la necesidades a reanudar sus actividades, ya que tienen una familia que alimentar.
Con un kilo de pollo entre los seis mil y los ocho mil bolívares, los vendedores de pollo afirman que a duras penas están vendiendo un 30 por cierto de su existencia, y que esto los ha obligado a cerrar su margen de ganancia, teniendo en cuenta, entre otras cosas, que lo ofertado es un producto perecedero.
Ciertamente en carnicerías y en los mercados populares –como está sucediendo con los cárnicos vacunos- la mercancía no escasea; aunque no son pocos los que prefieren abstenerse pues con un sueldo mínimo se hace inaccesible a sus billeteras.
Apagones afectan las ventas
Los precios no solo son el único factor que incide negativamente en las ventas del pollo, a esto se suma las caídas de las líneas electrónicas, lo que obliga a que se formen largas colas en los pocos puntos que funcionan y deben prestar apoyo a los comerciantes que no cuentan con el servicio.
Los apagones igualmente atentan contra la economía de los vendedores de pollo. Como contó uno de ellos que laboran en Los Pequeños Comerciantes, por un bajón de energía su frigorífico se echó a perder, y el costo de su reparación se acercó al millón de bolívares. Las cuchillas de las maquinarias y las de uso manual, cuyos precios se han incrementado ostensiblemente, encarecen los costos operativos de sus negocios.
Los vendedores de pollos tachirenses consultados admitieron estar afectados por la competencia que representa la oferta en la frontera colombiana; pero recomiendan a los compradores tener mucho cuidado con la calidad de lo que allá adquieren ya que mucho de ese pollo podría venir “inyectado”, lo que conlleva riesgos a la salud del consumidor.
Freddy Omar Durán